La talla de la Virgen de la Fuencisla, patrona de Segovia, ya se encuentra en el Santuario de Peñas Grajeras tras haber sido sometida durante cuatro meses a un profundo proceso de restauración en el Centro de Restauración y Conservación de Bienes Culturales de Castilla y León (CCRBC), con sede en Simancas (Valladolid).

La primera fase de la restauración, según ha explicado la restauradora segoviana Cristina Gómez, integrante del equipo del CCRBC que llevó a cabo el trabajo, consistió en una intervención de urgencia para reintegrar la mano del Niño que la Virgen lleva sobre su brazo derecho, arrancada por los ladrones para arrebatarle la bola del mundo que éste sostiene en su mano izquierda. Recuerden que dicha pieza fue sustraída, junto con las coronas de ambas figuras, el pasado 20 de enero, siendo recuperadas cuatro días más tarde.

Los análisis llevados a cabo mediante procedimientos como la radiografía, la fotografía ultravioleta o la caracterización química realizada a través de microscopía electrónica, han descubierto elementos no visibles e inéditos, caso de una leyenda en la orla dorada del manto que reza "María Gratia Plena Dominum", y han constatado que el anónimo autor utilizó un bloque único de madera de pino para esculpir la talla.

Cristina Gómez también destacó en el santuario el buen estado de conservación del soporte de pino, donde no se hallaron huellas de insectos xilófagos debido a las excelentes condiciones ambientales y de conservación de la escultura, labrada entre finales del siglo XV y principios del XVI.

Respecto a la policromía, se detectó la presencia de tres capas distintas, conservándose pequeños vestigios de la original que han servido para, tras la eliminación de los repintes, igualar cromáticamente todas las faltas, siendo los colores azul índigo y negro carbón los más usados en las vestiduras.

Esta restauración del CCRBC ha incluido también la reparación de grietas y la eliminación de los antiestéticos pernos colocados sobre las cabezas de la Virgen y el Niño para la sujeción de las coronas, los cuales han reemplazados por roscas internas que permiten ahora exhibir la talla en su integridad. Además, se han confeccionado una serie de elementos para su conservación preventiva a la hora de vestirla, dotándole de estructuras hechas a medida en fibra de vidrio que permitirán su adecuada manipulación.