El Consorcio de Santiago, dentro de su actividad en el conjunto de la ciudad histórica, contempla tres ámbitos principales de actuación en Santiago de Compostela: las obras en el espacio público, la recuperación de viviendas y locales comerciales, y las intervenciones en monumentos. Esta entidad interadministrativa, desde el año 1992, promueve a través del Ayuntamiento de Santiago un conjunto de medidas de fomento y ayudas para garantizar el mantenimiento de la Ciudad Histórica, reconocida como Patrimonio de la Humanidad.

El Consorcio de Santiago, en el marco de sus políticas de rescate del patrimonio histórico de Santiago de Compostela, acaba de iniciar los trabajos de restauración del retablo pétreo de La Borriquiña, conjunto escultórico reconocido y muy querido entre los compostelanos. Esta pieza se encuentra situada en la parte superior de la Puerta de los Carros, en el ángulo sureste del monasterio de San Paio (Pelayo) de Antealtares. La Borriquiña es el nombre popular con que se conoce a este conjunto iconográfico, que representa el momento en el que la Sagrada Familia huye a Egipto, con María y el Niño sobre una burra.

Este nuevo proyecto de restauración promovido por el Consorcio de Santiago viene a ser la continuación de una primera fase que permitió recuperar todo el lienzo este del mismo monasterio, en el que se encuentran las puertas de acceso al mismo, en la misma calle de San Paio de Antealtares. En concreto, la actuación afecta al cuerpo que alberga la Porta de los Carros, en la placita de Feixoo, conformada por puerta y torre con diseño de Fernando de Casas Novoa y ejecución de Lucas Ferro Caaveiro. El relieve de La Borriquiña, sin embargo, es anónimo, aunque varios estudiosos apuntan a Francisco Lens o Xosé Gambino como posibles artífices.

El Consorcio de Santiago ha encargado la restauración a la empresa especializada Renovatio. Este relieve pétreo de La Huida a Egipto está formado por las figuras de la Virgen, San José, el Niño (ataviado con el atuendo propio de los recién nacidos en el siglo XVII), la burra, una palmera y un grupo de ángeles. Muestra deficiencias debidas a las inclemencias del tiempo y apenas se percibe su policromía original. La intervención conllevará una meticulosa labor restauradora que permitirá consolidar todo el conjunto, así como la limpieza y recuperación de los acabados y policromías originales para obtener de nuevo su estética barroca.

Con la idea de difundir este trabajo, mientras se esté llevando a cabo la restauración del relieve, una pantalla instalada en un andamio permitirá a los viandantes ver las fotografías que se irán tomando del proceso.