El Museo Salzillo presenta como obra invitada la imagen de Nuestra Señora de Belén, una creación inédita atribuida a Francisco Salzillo y Alcaraz por un reciente trabajo de investigación. La obra, procedente de una colección particular, ofrece al público visitante una experiencia excepcional.

Dentro de su vertiente investigadora, el Museo Salzillo, siempre abierto a la difusión de nuevos planteamientos, estudios e investigaciones vinculadas o relacionadas con la figura de Francisco Salzillo, acoge dentro de su programa La obra invitada, nunca antes expuesta al público.

La notable calidad artística de la imagen, sus cualidades escultóricas, así como el rigor de los trabajos de investigación y restauración efectuados en la misma, han sido los factores que han motivado despojarla de su anonimato en esta exposición temporal, que podrá visitarse durante tres meses.

Nuestra Señora de Belén representa a la Virgen María con el Niño Jesús en brazos. La imagen de la Virgen es una creación concebida para ser vestida, mientras que el Niño es una escultura de bulto redondo. La Virgen, de rostro jovial pero majestuoso, dulce y sereno, deposita su mirada en quien se le aproxima, emanando de ella una intensa fuerza y magnetismo. Su desnudez es cubierta mediante indumentaria contemporánea a la imagen, cuyo boato y exorno responde a las directrices propias de su tiempo histórico.

El Niño, de sonrosado rostro risueño y ondulado cabello, se muestra desnudo. Ambas piezas presentan los rasgos propios de la producción artística de Salzillo para esta tipología escultórica, en los cuales se reconoce el singular tratamiento de la anatomía y la fisiognomía que el artista otorgaba a sus obras, pudiendo sobre todo compararse con la también atribuida Virgen de la Candelaria del templo murciano de Santa Eulalia.

Los estudios de investigación han sido realizados por Santiago Espada Ruiz, historiador del Arte y comisario de la exposición. La falta de documentación no ha permitido establecer con exactitud la cronología concreta de la pieza, pero los estudios efectuados la encuadran en los años 50-60 del siglo XVIII.

Relevante y fundamental es el papel actual del coleccionismo como agente recuperador del patrimonio, porque posibilita la regeneración, conservación y difusión del arte y la cultura con miras a la posteridad. Los nombres de coleccionistas van ligados a grandes museos y fundaciones, permitiendo vivificar la historia del arte y alzarse como un reclamo esencial para el enriquecimiento cultural.

La adquisición de Nuestra Señora de Belén, obra objeto de esta exposición que puede visitarse en horario de 10:00 a 17:00 horas (jueves, viernes y sábados), ha posibilitado recuperar un patrimonio histórico-artístico que tal vez, por la incultura y el abandono, podría haberse perdido o destruido.

Desde el Museo Salzillo (Plaza de San Agustín 3, Murcia) se lleva a cabo un importante trabajo de promoción y difusión de obras en colecciones privadas para que lleguen al público en general. Gracias al programa La obra invitada se han expuesto esculturas tan destacadas como el San José y la Dolorosa de Lorquí, un boceto de San José de José Sánchez Lozano y el Cristo del Prendimiento de Mula con la túnica original del siglo XVIII.