RESTAURACIÓN DE UNA OBRA DE FRANCISCO SALZILLO EN MURCIA

10/03/2023


 

 
 

 

A partir de las 09:30 se podía volver a contemplar hoy en el templo parroquial del mismo nombre de Murcia la imagen de San Pedro Apóstol, obra de Francisco Salzillo y fechada en 1780 que fue trasladada el 11 de abril de 2022 al Centro de Restauración de la Región de Murcia (CRRM), donde ha permanecido 11 meses. Hasta 27 de marzo, el santo permanecerá expuesto en el presbiterio de la parroquia para que todo aquel que lo desee pueda observarla de cerca. Volverá a salir en la procesión del Domingo de Ramos el próximo 2 de abril.

En 1780, Salzillo entregó el titular para San Pedro, una de sus últimas esculturas para los grandes retablos murcianos del siglo XVIII ya que el maestro falleció tres años más tarde. Su iconografía es la de San Pedro arrepentido o el Arrepentimiento de San Pedro Apóstol, abatido tras haber negado a Cristo tres veces durante la Pasión antes del canto del gallo. Algunos expertos han querido ver una intervención del taller en esta obra. Sánchez Moreno afirma que el imaginero se inspiró en un grabado de Ximénez del año 1755.

Respecto a los daños que presentaba, en su mayoría estaban ocasionados por su uso procesional, ya que, como hemos apuntado, la imagen, además de presidir la iglesia desde su camarín del altar mayor, también es procesionada por la Cofradía del Santísimo Cristo de la Esperanza en la tarde-noche del Domingo de Ramos. También se sumó la alteración de los materiales aplicados en las anteriores intervenciones, la última llevada a cabo en 1991, destacando el virado del color de algunas reintegraciones cromáticas o la oxidación de barnices, que produjo una alteración notable de los colores de la policromía original.

Tras estos análisis iniciales, se tomó la decisión de levantar completamente toda la restauración anterior para corregir las alteraciones cromáticas, dando paso a una intervención profunda y minuciosa que se ha prolongado a lo largo de casi un año como consecuencia del enorme trabajo realizado, con hasta tres restauradores trabajando al unísono sobre la obra. A partir de ahí, comenzó un proceso de restauración que mostró el estado de conservación real de la obra y las distintas intervenciones a las que había sido sometida previamente, así como la técnica empleada originalmente en esta escultura.

 

 
 

 

Francisco Salzillo, quien fue feligrés de esta parroquia según su párroco, concibió esta imagen para que presidiera el retablo mayor del templo y, así, desde abajo, con la distancia a la que está la hornacina se viera proporcionado. Salzillo llevó a cabo una impecable técnica donde descuellan los dorados y policromías de la madera tallada, trasunto de sedas, espolines y tejidos dieciochescos.

La escultura del santo está complementada por un gallo, también realizado en madera policromada. Un elemento que, desde la intervención de 1991, se apartó de la imagen y se conservó en el almacén de la cofradía. Ha sido ahora cuando se ha descubierto que el animal era una obra antigua, realizada en el mismo siglo XVIII, y que podía estar hecha por Salzillo al constar documentalmente que el gallo formaba parte del conjunto en 1797, asentado sobre la roca en la que el apóstol apoya su brazo izquierdo, en diálogo directo con la efigie.

Once meses de trabajo que han supuesto la reparación integral de la idea primitiva de Salzillo, tras la restitución de los colores de la policromía original, junto a la recuperación del gallo, que sólo se colocará en la efigie cuando ésta se encuentre en el camarín del altar mayor, utilizando el tradicional gallo disecado para la procesión del Domingo de Ramos. Este trabajo muestra el elevado nivel del CRRM y se suma a otros grandes hitos de la restauración del patrimonio escultórico de la Región de Murcia, como el Paso de la Cena de Salzillo, la Virgen de la Fuensanta, patrona de Murcia, o la Virgen de la Caridad, patrona de Cartagena.

Según Javier Bernal, director del CRRM, en el San Pedro de Salzillo "se han eliminado las intervenciones anteriores que ocultaban el original, encontrando desperfectos ocasionados por los movimientos al bajar la talla de su hornacina cada año para la procesión. Todo eso ha hecho que la pieza presentara muchos desgastes y rozaduras con pérdidas de la policromía". Con esta intervención, también se han recuperado las policromías del monte y las lágrimas de san Pedro han sido sustituidas por unas nuevas, así como las pestañas.

 

 
 

 

Volver          Principal

www.lahornacina.com