La iconografía central del nuevo techo de palio para la cofradía sevillana del Sol es una Inmaculada Franciscana, debido al carácter seráfico de la Hermandad, representada a modo de rompimiento de gloria donde la pintura sale de la talla. La Virgen tiene atributos propios de su iconografía, como son el manto azul y la túnica rojiza, con el Niño en brazos y una cruz que atraviesa la serpiente, símbolo del pecado.

En esta obra se conjuga la pintura con otras artes: la talla de Manuel Toledano, la carpintería de Francisco López, la escultura de José María Ruíz Montes, la orfebrería de Adán Jaime, la pintura de Raúl Berzosa y el dorado de Inmaculada Mayorga. Estos distintos artistas andaluces (imagen inferior) han trabajado juntos durante cuatro meses para hacer una obra con un resultado unitario y armónico.

El diseño del techo original es de Raúl Berzosa, que ha partido del proyecto de José Manuel Bonilla Cornejo. Se ha tomado como modelos los grandes techos, utilizando la técnica de la quadratura. A modo decorativo, junto al moldurón vegetal, José María Ruiz Montes ha realizado dos parejas de cabezas de querubines o ángeles niños, detalle muy propio de las obras barrocas europeas en los que la pieza está inspirada.

Las figuras del malagueño Ruiz Montes, labradas en terracota cocida y policromada, con acabados en mármol, siguen el estilo de las que figuran en los grandes conjuntos pictóricos, escultóricos y arquitectónicos del barroco alemán e italiano, sobre todo en los putti provistos de alas que pueden admirarse en la Iglesia del Gesù de Roma. La pareja de la parte inferior del techo mide 52 x 35 cm y la de la parte superior 50 x 30 cm.