Una pintura de Artemisia Gentileschi (Roma, 1593 - Nápoles, 1653), la pintora más importante de su generación, ha sido redescubierta en la Royal Collection de la Corona británica tras haber sido atribuida erróneamente durante al menos dos siglos a un anónimo pintor italiano o francés del siglo XVII.

Este redescubrimiento es el resultado de un trabajo de investigación llevado a cabo por los expertos de la Royal Collection, quienes se dedicaron a localizar las pinturas vendidas y dispersas por Europa después de la ejecución de Carlos I en 1649. En los dos inventarios de los bienes del monarca se registraron siete pinturas diferentes realizadas por Artemisia, y hasta ahora se pensaba que su famoso "Autorretrato" era la única superviviente.

La pintura redescubierta, Susana y los viejos, constituye una importante adición al conjunto de obras existentes de Artemisia y arroja nueva luz sobre su proceso creativo y su estancia en Londres a finales de la década de 1630, trabajando junto a su padre Orazio en la corte de Carlos I y su esposa Enriqueta María de Francia.

La pintura, que ha sido sometida a un exhaustivo proceso de restauración después de permanecer un siglo guardada en un almacén del Palacio de Hampton Court, estará expuesta hasta el 29 de abril de 2024 en el Castillo de Windsor, otro edificio gestionado por la Casa Real británica, que, además, alberga una parte importante de la Royal Collection.

Parece ser que en origen Susana y los viejos tuvo como destino una estancia privada de la reina consorte Enriqueta María en el Palacio de Whitehall, anexa a su dormitorio, donde fue colgada hacia 1639-1640 sobre una chimenea de mármol blanco que en esas fechas diseñó el escultor y arquitecto Nicolas Stone.

El tema, muy popular entre los artistas del siglo XVII, destaca el triunfo moral de la verdad y la virtud sobre el mal y la lujuria. También fue una oportunidad para que los artistas pintaran a una hermosa joven desnuda para sus mecenas, normalmente masculinos, aunque no parece que este sea el caso. En las representaciones de Susana, muchos artistas invitan al espectador a ponerse en la posición voyerista de los ancianos que acosan a la joven. Sin embargo, Artemisia es una de las primeras figuras del arte en representar a Susana en posición temerosa o reacia, lo que conecta esta obra con la resistencia a la tortura y el juicio que tuvo que soportar tras ser violada por Agostino Tassi, discípulo de su padre.

El tema de Susana y los viejos fue abordado por Artemisia muchas veces a lo largo de su carrera (la primera en 1610 y la última en 1652), con siete versiones conocidas hasta la actualidad.

En la presente obra, la joven desnuda desciende una escalera de piedra hacia el estanque donde iba a darse un baño. Vemos el momento en que los viejos la sorprenden, apareciendo amenazadoramente cerca de ella, solo separados por un muro bajo. La figura de tamaño natural de Susana se acerca al espectador. La claustrofóbica composición y el plano comprimido de la imagen, así como la pose contorsionada de Susana, que rápidamente protege su cuerpo de una invasión en su intimidad no deseada, sirven para aumentar nuestra sensación de inquietud.

El dramatismo de la composición es particularmente efectivo desde un punto de vista bajo, lo que sugiere que Artemisia diseñó la obra con la posición prevista sobre la nueva chimenea.