Con esta talla en madera de cedro, el escultor e imaginero Luis Fernando Ramírez Mata (Ciudad Real, 1985) inicia un ambicioso proyecto para la Cofradía del Santo Cáliz de Requena (Valencia), cuyo objetivo es recuperar el paso de la Santa Cena que la cofradía gremial de San Antonio Abad procesionó por las calles de la localidad desde el siglo XVIII hasta el año 1936, cuando pereció en los disturbios de la Guerra Civil.

Esta obra de Ramírez Mata, cuya advocación es Nuestro Padre Jesús de la Sagrada Cena, supone por tanto el comienzo de un conjunto de grandes dimensiones que, en un futuro, comprenderá las figuras del Maestro y sus doce apóstoles. Ha sido tallada a tamaño natural para vestir entre 2019 y 2020.

El artista, con estudio en la ciudad de Sevilla, ha empleado en su ejecución madera de cedro, posteriormente policromada y patinada al óleo, prescindiendo de cualquier aditamento postizo. El resultado es una solemne imagen de Cristo instituyendo el sacrificio eucarístico de su cuerpo y de su sangre, al tiempo que reflexiona profundamente sobre la Cruz gloriosa como instrumento de su pasión y resurrección.

Como curiosidad, el cáliz que porta en sus manos es una copia del Santo Cáliz de la Catedral de Valencia, una reliquia labrada en piedra de ágata que, según las últimas investigaciones, fue mencionada por primera vez en un manuscrito del siglo XI y tomó su composición, tal y como hoy la conocemos, antes del siglo XIV.