BARTOLOMÉ BERMEJO. EXPOSICIÓN EN EL PRADO Y EN EL MNAC

15/08/2018


 

 
 

Santo Domingo de Silos entronizado como obispo (detalle)

1474-1477
Óleo sobre tabla
242 x 130 cm
Museo Nacional del Prado de Madrid

 

Gracias a la excepcional reunión de una serie de pinturas procedentes de museos españoles, europeos y americanos, el Museo del Prado presenta a partir de octubre la muestra antológica Bartolomé Bermejo que, organizada en colaboración con el Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC), permitirá admirar por primera vez en toda su dimensión el virtuosismo técnico y el sugestivo universo visual de este maestro de origen cordobés que desarrolló su actividad profesional principalmente en los territorios de la Corona de Aragón.

Bartolomé Bermejo, llamado también Bartolomeus Rubeus y Bartolomé de Cárdenas, fue un pintor gótico documentado en la segunda mitad del siglo XV. Su trayectoria artística, una de las más brillantes de la pintura hispanoflamenca, destaca por su técnica extraordinaria y por la originalidad iconográfica. Bermejo fue además una de las personalidades más fascinantes del panorama artístico español de su época, tanto por el interés de sus influencias (Nuno Gonçalves, Rogier van der Weyden, Jan van Eyck), como por las que él mismo, debido a su nomadismo, dejó en el panorama pictórico peninsular; pues trabajó al principio en Lisboa, luego en Castilla, y por último en los territorios de Valencia, Aragón y Cataluña entre 1488 y 1501.

Muchos autores nacionales y extranjeros (Tormo, Young, Brown, Judith Bey, Gudiol) han estudiado la gran personalidad artística de Bermejo, que pese a su origen cordobés nunca tuvo vínculos con la pintura andaluza. Tal vez, entre sus coetáneos, sólo los pintores Jaime Huguet, Nuno Gonçalves, Fernando Gallego y Pedro Berruguete pueden vanagloriarse de haber recibido una atención similar a Bermejo, definido como "el más recio de los primitivos españoles" por Elías Tormo, uno de los clásicos historiadores del arte español.

 

 
 

Piedad Desplà

1490
Temple sobre tabla
172 x 189 cm
Catedral de Barcelona

 

La obra de Bartolomé Bermejo fue receptiva a la incorporación de novedades figurativas que conocía, en gran parte, gracias a su condición de pintor viajero. Además, su trabajo se enmarca en un momento de transición entre el arte gótico y el del Renacimiento. La obra de Bermejo se puede considerar una bisagra entre las dos realidades, y hace visible la aparición de un lenguaje híbrido que refleja la coexistencia de fórmulas y soluciones compositivas provenientes de las dos culturas, la gótica y la renacentista. 

La exposición Bartolomé Bermejo se presenta primero en el Museo del Prado, del 9 de octubre de 2018 al 27 de enero de 2019. Luego podrá verse en el MNAC del 15 de febrero al 19 de mayo de 2019. Precisamente el MNAC ya acogió en 2003 Pintura gótica hispanoflamenca: Bartolomé Bermejo y su época, una exposición con obra de Bermejo que permitió la restauración y puesta en valor de varios de sus cuadros.

Ahora con esta nueva muestra en el Prado y el MNAC se exhibirán algunas obras capitales que no pudieron estar en aquella ocasión, como la Piedad Desplà, recientemente restaurada. Esta obra, una de las mejores del autor, se debe al patrocinio del arcediano Lluís Desplà, que en 1490 la encarga para su capilla privada. Bermejo, con una cultura visual muy rica, deudora de la asimilación del lenguaje flamenco, encontró en Desplà la complicidad de un mecenas que ejercía un liderazgo cultural basado en la introducción de los nuevos valores renacentistas: la fama, la virtud pública y el ejercicio de un coleccionismo que recuperaba los modelos clásicos.

 

 
 

Descenso de Cristo al Limbo

Hacia 1475
Temple sobre tabla
89,5 x 69,5 cm
Museu Nacional d'Art de Catalunya (MNAC)

 

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