PINTURA CUZQUEÑA

26/09/2016


 

 

El Museo de Arte de Lima (MALI, Paseo Colón 125) y el Banco de Crédito BCP presentan Pintura cuzqueña, una ambiciosa exposición que exhibe -por primera vez en mucho tiempo- un completo panorama integral de esta tradición artística. La muestra, visitable hasta el 29 de enero del próximo año 2017, está comisariada por Ricardo Kusunoki, curador asociado de arte colonial y republicano del MALI, y Luis Eduardo Wuffarden, importante colaborador del museo y uno de los más destacados historiadores de arte del país.

En un recorrido que abarca tres salas de exhibición, se puede apreciar una selección amplia y rigurosa de más de 100 piezas pertenecientes a colecciones eclesiásticas, estatales y particulares. Provenientes del Cuzco, Lima y Arequipa, estas obras se reúnen para mostrar una secuencia histórica  sobre el surgimiento, auge y ocaso de uno de los desarrollos artísticos más originales de América colonial. Las acompañan una serie de objetos y documentos con los que se intenta ilustrar el contexto histórico de los lienzos exhibidos.

El MALI  y BCP invitan al público a visitar este evento de carácter internacional. Se trata de la primera gran muestra dedicada a la célebre escuela cuzqueña y una de las exposiciones más ambiciosas que ha organizado el MALI hasta el momento. Incluye piezas de conocidos maestros coloniales como el sacerdote italiano Bernardo Bitti (Camerino, 1548 - Lima, 1610), considerado entre los fundadores de la pintura andina; así como Lázaro Pardo de Lago (activo en Cuzco entre 1630 y 1669), Diego Quispe Tito (Cuzco, 1611 - 1681), Basilio de Santa Cruz Pumacallao (activo en Cuzco entre 1671 y 1698) y Antonio Vilca (activo en Cuzco entre 1769 y 1778) cuyas obras marcaron grandes hitos dentro de la cultura artística colonial.

La muestra Pintura cuzqueña dará a conocer además el momento de auge de los grandes talleres, que convirtieron al Cuzco en el principal centro productor de pintura en todo el virreinato, cuyas proyecciones llegaron hasta otras ciudades latinoamericanas como Buenos Aires o Santiago de Chile.

Esta exposición es parte del compromiso del Banco de Crédito BCP en promover la cultura, el arte y la educación. En los últimos años ha desarrollado junto al MALI importantes muestras culturales, como las dedicadas a Martín Chambi, Fernando de Szyszlo, Carlos Baca-Flor y José Sabogal, y cada una de ellas estuvo acompañada de ediciones de libros que son referencia en el estudio del arte peruano.

 

 

En el contexto del lamentable incendio de la iglesia de San Sebastián de Cuzco, en el que se han perdido varias de las obras más famosas de Diego Quispe Tito (ver enlace), Pintura cuzqueña es una oportunidad especial para que el público aprecie el valor que tiene la escuela cuzqueña.

Dividida en cuatro secciones, la exhibición presenta en su primera parte los orígenes de una actividad artística que recibe su impulso inicial a fines del siglo XVI, con la presencia del reconocido jesuita Bernardo Bitti, quien introdujo en el Cuzco las corrientes pictóricas más novedosas de toda Europa -de ahí la gran influencia europea de las primeras representaciones- y marcó un primer momento del desarrollo de la escuela cuzqueña.

Una segunda sección explora las conexiones entre pintura y política, potenciadas a partir del nombramiento de Manuel de Mollinedo y Angulo como obispo del Cuzco (1673-1699), que alcanzarán un punto culminante en el llamado "renacimiento inca", dirigido a impulsar a los grupos sociales y étnicos de la zona a usar la imagen pictórica para defender sus propios argumentos y reclamos ante la autoridad.  

El tercer apartado se centra en el momento de esplendor de la pintura cuzqueña, cuando la tradición regional se consolida y toma distancia del arte europeo coetáneo. Así, se incluyen los géneros más característicos del periodo, como las "esculturas pintadas" o "verdaderos retratos" de esculturas con fama de milagrosas; las imágenes de devoción privada o los "paisajes sacralizados", escenas religiosas dominadas por escenarios de naturaleza idílica. La pintura alcanzó gran reconocimiento social e incluso llegó a ser un oficio muy recurrente en la nobleza indígena del Cuzco, caso de Diego Quispe Tito.

El último apartado muestra el desarrollo final de esta tradición, desde la producción masiva de mediados del siglo XVIII -cuando Cuzco se convirtió en el máximo productor y exportador de lienzos del continente- hasta mediados del siglo XIX; pasando por la incorporación de los temas clásicos y las series de incas en la época republicana, las cuales interesaron mucho a los extranjeros, de ahí que muchas se encuentren fuera del país.

Por último, la exhibición Pintura cuzqueña (martes a domingo, de 10:00 a 19:00 horas) está acompañada por un libro profusamente ilustrado (imagen inferior) que propone una visión actualizada del tema. Esta publicación cuenta en su primera parte con textos de los comisarios Ricardo Kusunoki y Luis Eduardo Wuffarden, dedicados a trazar una aproximación a la historia de la pintura cuzqueña en relación con los contenidos de la muestra. Una segunda sección, titulada "Nuevas miradas", comprende diversos ensayos de reconocidos especialistas nacionales e internacionales, que exploran aspectos teóricos, historiográficos y técnicos.

 

 

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