NUEVAS OBRAS DEL TALLER PEŅALBA PARA CABRA (CÓRDOBA)

24/04/2010


 

 

 

Tallas en madera de cedro real, de 40 cm de altura, barnizadas en su color natural. En estas imágenes, concebidas para ocupar las esquinas del canasto del paso del Cristo del Calvario de Cabra (Córdoba), se ha querido potenciar ante todo el juego de luces y sombras, al ir la madera en su color.

Se han recreado recibiendo la inspiración divina o a punto de escribir sus evangelios, envueltos en ampulosas túnicas y mantos de estudiado plegado, insinuando anatomías que marcan acusados escorzos y se dejan caer en los símbolos del Tetramorfos, sobre los que se ha puesto todo el interés en su proporción y apariencia. Cabezas y rostros se interpretan de manera individualizada, con expresión serena y poco afectada. Cabelleras y barbas aparecen tratadas también con gran detalle.

Mientras San Marcos (F1) se inclina sobre su Evangelio, en el que aparece escrito “ET ECCE VELUM TEMPLI SCISSUM EST IN DUAS PARTES A SUMMO USQUE DEORSUM” ("Y el velo del templo se rasgó en dos partes de arriba abajo", Mc 15, 38-39), sosteniendo una airosa pluma, hace ademán de continuar con su escritura. El león descansa a sus pies, muy pormenorizada también la testa del animal, así como los mechones de su melena.

Por su parte, San Lucas (F2) se gira mientras recibe la inspiración, a punto de continuar la escritura en amplio volumen abierto en el que puede leerse “PATER, IN MANUS TUAS COMMENDO SPIRITUM MEUM” ("Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu", Lc 23, 34-35); entre tanto, el toro reposa debajo del pesado manto del evangelista. También se han interpretado con sumo detalle sus rasgos y texturas.

 

 

 

San Mateo (F3) sostiene la pluma recibiendo la voz divina con ensimismamiento, al tiempo que un angelito soporta el peso de su evangelio abierto en inestable composición. En las paginas del volumen se puede leer “ELI, ELI, LAMMA SABAC THANI” ("Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?" Mt 27, 46-47).

Por último, San Juan (F4) es el único que aparece con su evangelio cerrado. Lo sostiene inestablemente, dejándolo caer sobre una de las alas del águila posada sobre un tocón. A sus pies se derrama la copa de ponzoña, elemento que enriquece la iconografía del Discípulo Amado; el cual se gira, con su rostro juvenil y el pecho descubierto, manteniendo en alto la pluma en gesto airoso, mientras los volúmenes del manto se tercian en ostensibles pliegues.

El barroquismo, la ligereza de actitudes y lo prolijo de la talla se adereza por el veteado natural de la madera, al que se ha propiciado un medio brillo con el barnizado, lo que valora el tratamiento de las piezas en la totalidad de sus puntos de vista a los que han de ser expuestas dada su ubicación en las esquinas del paso procesional.

 

Web del Taller en este

 

Volver         Principal

www.lahornacina.com