LA VICTORIA DE SAMOTRACIA VUELVE RESTAURADA AL MUSEO DEL LOUVRE

09/07/2014


 

 

La Victoria de Samotracia, una de las obras más famosas del Museo del Louvre de París, regresó el martes al museo parisino tras una restauración de diez meses que permitió su limpieza y la reposición de tres plumas del ala izquierda. La escultura griega que data del siglo II a.C. y representa a Niké, la diosa alada de la victoria, podrá contemplarse a partir del sábado 12 de julio, según precisaron los responsables del Louvre.

En septiembre del pasado año 2013 la Victoria de Samotracia fue retirada de su pedestal, situado en lo alto de la monumental escalera en el Louvre. "La obra no estaba en peligro, ni en su estructura ni en su superficie, pero estaba considerablemente sucia por el polvo que genera la escalinata por la que transitan siete millones de visitantes al ańo", ha comentado Ludovic Laugier, uno de los encargados de la restauración.

La Victoria de Samotracia fue descubierta en 1863 por el vicecónsul francés Charles Champoiseau en esa isla griega situada en el noreste del mar Egeo, separada en varios pedazos que se armaron como un rompecabezas en el Louvre entre 1880 y 1884. Algunos pedazos que faltaban fueron completados con yeso en el siglo XIX.

La nueva restauración, además de recuperar el color original de su mármol blanco de Paros, ha permitido integrar otros siete fragmentos de los treinta que guardaba el museo en sus depósitos; incluyendo, como hemos apuntado anteriormente, tres plumas del ala izquierda, así como un mechón de su cabellera.

 

 

La operación requirió desmontar cada parte de la escultura, de 275 cm de altura, así como los 23 bloques mármol gris azulado de la isla de Rodas que constituyen su zócalo, un navío recuperado en el Santuario de los Grandes Dioses, de la isla de Samotracia, en el mar Egeo, en 1875.

Otra de las principales tareas consistió en trocar algunos rellenos añadidos en el XIX por polvo de mármol, para darle una mayor coherencia visual a la obra. Se ha eliminado también el bloque de cemento colocado en 1933 entre la estatua y la proa del barco con la intención de darle más protagonismo, pero haciéndole perder el efecto original de que la diosa acababa de aterrizar sobre el puente del navío.

En cambio, los restauradores han dejado tal cual los complementos de yeso añadidos hace dos siglos en el ala derecha y en la parte izquierda del busto de la escultura. Tras volver a desmontarlos como un puzzle y retirarlos de su pedestal para poder ser limpiados, investigados y restaurados meticulosamente, los investigadores descubrieron "ínfimos restos de color azul", por completo invisibles para el ojo, que confirman que la estatua, en su momento, fue policromada. Laugier ha resaltado también que el impresionante conjunto escultórico mide en su totalidad 557 cm y pesa veintinueve toneladas, y no treinta como se creía.

Un documental que se estrenará el próximo año 2015 completará un proceso de restauración en el que han intervenido ocho especialistas empleando las técnicas más avanzadas, que incluyen métodos de análisis innovadores y una impresión de la escultura en 3D.

De los cuatro millones de euros que ha costado la restauración, el Museo del Louvre obtuvo la cuarta parte mediante un crowdfunding en el que participaron más de 6.000 personas. El resto fue aportado por tres empresas mecenas: Nippon Television Holdings, F. Marc de LacharriËre (Fimalac) y Bank of America Merrill Lynch.

 

 

Fotografías de Antoine Mongodin

 

Volver          Principal

www.lahornacina.com