Esta imagen de Santa María Magdalena ha sido realizada por el artista murciano para ser titular de la parroquia homónima del municipio madrileño de Torrejón de Ardoz. Se trata más de una representación gloriosa y mística, que de una pasional o penitente de la santa, características que se pidieron al hacer el encargo, interpretando libremente Páez Álvarez un cuadro que se veneraba en dicho templo.

De tamaño natural, tallada en madera de cedro real y policromada al óleo, la discípula predilecta de Cristo posee pálidas carnaciones y se muestra arrodillada sobre una roca, cruzando las manos sobre el pecho y elevando la mirada al cielo, reflejando así una acusada actitud espirirtual. Fiel a su iconografia tradicional posee larga melena pelirroja y un frasco de ungüentos para embalsamar al Maestro que lleva en su mano derecha.