La última publicación del malagueño José Luis Romero Torres, Doctor-Historiador del Arte y Conservador del Patrimonio Histórico en la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía, ha sido recogida en los Cuadernos de los Amigos de los Museos de Osuna e incluye nuevas aportaciones sobre la vida y obra del escultor andaluz José Montes de Oca, activo en el siglo XVIII.

Una de esas aportaciones es el nombre de los padres del escultor, llamados Cristóbal de León y Teresa Torrenueva, como figuran en el expediente matrimonial de ellos y en el bautismo de Pedro de León, hermano del escultor, ambas ceremonias celebradas en Antequera. Los españoles no tuvimos una reglamentación sobre el uso del doble apellido, paterno y materno, hasta el siglo XIX con la creación del registro civil, por lo que hasta entonces las personas podían usar indistintamente como primer apellido el de su padre, el de su madre o el segundo de algunos de los dos, incluso el segundo de los abuelos.

Un ejemplo de lo anterior sería el propio José Montes de Oca, cuyo nombre sería José de León Torrenueva, según la legislación del siglo XX. Sin duda, José Montes de Oca aparecerá en su partida de bautismo y en su carta de aprendizaje como José de León. No obstante, a partir de su boda en 1707 en Sevilla, el escultor firmó como José (o Joseph) Montesdeoca, Montes de Oca o Montesdoca, salvo dos excepciones en las que aparece mencionado como Joseph de León y como José de León y Montesdoca.

Montes de Oca comparte con Pedro Roldán el hecho de que sus padres se casaron en Antequera y ellos nacieron en Sevilla, y con Bernardo Simón de Pineda en que su vida estuvo vinculada a Cádiz. El escultor y su hermana Tomasa debieron de nacer en Sevilla, ella hacia 1682 y José de León (conocido por José Montes de Oca) en 1683 o 1684, mientras que del primogénito Pedro se sabe que nació el 31 de enero de 1678 y fue bautizado el 4 de febrero en la parroquia de San Sebastián de Antequera. Romero Torres descarta el nacimiento de José en Antequera o Cádiz, y defiende su localización en Sevilla, donde la madre vivía con sus hijos en 1692, ya que, entre 1683 y 1685, Cristóbal de León partió para América dejando a su mujer en España con sus hijos.

Romero Torres aporta otra hermana, Josefa Marcela, la única junto con el escultor que llevó el apellido Montes de Oca, el que, como hemos dicho, asumió José a partir de 1707, año de su boda. Ningún estudioso del artista se ha planteado el origen de este cambio de apellido, que ningún antepasado lo llevó en varias generaciones anteriores. Asimismo, Romero Torres opina que Josefa Marcelo pudo nacer fuera del matrimonio. A ella y a su esposa Eugenia de Padilla deja Montes de Oca su herencia.

La estancia en Cádiz de Montes de Oca también es descartada por Romero Torres, quien cree que el artista siempre vivió en Sevilla recibiendo encargos desde la ciudad de Cádiz, como también le sucedió después a otro escultor e imaginero, Benito de Hita y Castillo.

Entre 1695 y 1704, José Montes de Oca desarrolló su aprendizaje en un taller que aún no está documentado, aunque Ceán Bermúdez publicó que fue discípulo de Pedro Roldán. No obstante, Romero Torres apunta a otros reconocidos artistas como Francisco Antonio Gijón o Agustín de Perea como posibles maestros. Asimismo, el experto considera que si Pedro Roldán fue su maestro, Montes de Oca tuvo que continuar en el taller de alguno de sus hijos o yernos, pues Roldán murió en 1699.

No obstante, como apunta Romero Torres, José Montes de Oca recuperó en su estilo escultórico rasgos formales del arte de Juan Martínez Montañés y Juan de Mesa. A diferencia de otros compañeros suyos como Miguel de Perea, Montes de Oca no continuó el estilo de Pedro Roldán.

Muy importante es la aportación que hace sobre su vinculación artística con el arquitecto Jerónimo Balbás. La primera noticia de Montes de Oca que aportó Antonio Torrejón era su expediente matrimonial de 1707. No obstante, actualmente conocemos que su presencia en Sevilla está registrada antes de su boda en el padrón de la parroquia del Sagrario de Sevilla realizado a comienzos de ese año, además de que en su expediente matrimonial declaró que llevaba un año y medio en esa collación, es decir, desde principios de 1706. Precisamente, el 28 de julio y 14 de agosto de ese año, un "José escultor" se registra en la contabilidad que generó entre 1705-7012 la construcción del retablo mayor de la iglesia parroquial del Sagrario de Sevilla por haber hecho la "talla de los niños". Balbás realizó el diseño y la arquitectura; Pedro Duque Cornejo talló las esculturas y Lucas de Valdés policromó el conjunto. Además, figuran dos escultores sin identificación clara: a uno se le llama "el escultor Florentín" y a otro "José el escultor", que Romero Torres identifica con José Montes de Oca.

En este año, antes del confinamiento social por la pandemia, se terminó la restauración de una obra de Montes de Oca, el Jesús sin soga de la hermandad homónima de Écija, cuyo magnífico trabajo han llevado a cabo Agustín Martín de Soto y Antonio Gamero Osuna (GRS Restauración y Conservación). Estos profesionales también han sido los autores de la espléndida intervención del Cristo de la Vera Cruz de Écija, atribuido a este escultor, cuyos rasgos a una escala mayor responden con el Cristo crucificado de la iglesia de Santo Domingo de Osuna (imagen superior), restaurado en 2016 por la misma empresa y atribuido a Montes de Oca por Romero Torres. Los rostros del Ecce Homo de la archicofradía homónima de Cádiz y del Jesús sin soga de Écija poseen gran parecido fisonómico con el Cristo crucificado de Santo Domingo de Osuna.