Mostrar el laborioso proceso de restauración de las obras de arte y concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de proteger y respetar el patrimonio histórico y artístico, son los objetivos que la Dirección General de Cultura - Institución Príncipe de Viana quiere lograr con el vídeo (también en portada) que ha editado sobre la restauración del Sepulcro de los Mencos, destruido en un acto vandálico en el año 2015 y posteriormente restaurado (imagen superior) por esta entidad a través de la empresa ArtUs Restauración.

Bajo el título Cuando el patrimonio se hace añicos, el vídeo, editado en castellano y euskera, recoge la minuciosa labor de devolver el destrozado Sepulcro de los Mencos en el Convento de las Concepcionistas Recoletas o de la Purísima Concepción de Tafalla (Navarra) a su esplendor original. Este material estará accesible, mediante un código QR, en los paneles explicativos colocados ante la escultura funeraria.

La Dirección General de Cultura - Institución Príncipe de Viana, en colaboración con el Ayuntamiento de Tafalla, finalizó el pasado año 2020 los trabajos de restauración del sepulcro de don Martín Carlos de Mencos y doña María Turrillos, situado en la iglesia desacralizada del Convento de las Recoletas, que como hemos apuntado fue completamente destruido por un grupo de jóvenes en 2015.

En este proceso, en un conjunto que está considerado como una de obras maestras de escultura funeraria de Navarra, se ha descubierto, además, que la Guerra de la Independencia Española, las guerras carlistas y otros sucesos más recientes, dejaron también su huella en el mismo, debiendo ser algunas de sus zonas reconstruidas o sustituidas por los daños sufridos.

Mucho más cercanos a nuestros días, se encontraron datos en las paredes del arcosolio, que recogen momentos puntuales de la historia en forma de grafitos, los cuales fueron analizados por el especialista Pablo Ozcáriz.

Durante el pasado mes de noviembre se desarrollaron los trabajos de restauración del sepulcro de Mencos, iniciados con la clasificación de los fragmentos, el estudio de las fracturas y la recomposición de las zonas que se rompieron en numerosas piezas. El presupuesto del análisis del sepulcro ascendió a 6.927,75 euros y el de su restauración a 34.057,86 euros. Como acciones complementarias, la Dirección General de Cultura - Institución Príncipe de Viana comenzó un programa de difusión, que se inició en las Jornadas Europeas de Patrimonio, con explicaciones "in situ" a grupos reducidos.

Una vez finalizados los trabajos de restauración, se programaron visitas de centros escolares para darles a conocer esta importante obra y las vicisitudes que ha sufrido a lo largo de la historia como la mejor manera de evitar que un acto como el ocurrido en 2015 vuelva a repetirse. Para ello se diseñaron paneles explicativos que explican la historia del monumento, los destrozos sufridos y el minucioso proceso de restauración.

En 1667, Carlos Martín de Mencos, alcalde perpetuo de los Reales Alcázares de Tafalla, siguiendo la disposición testamentaria de su esposa María Turrillos, fundó en la localidad un convento de concepcionistas franciscanas, comúnmente llamado de Recoletas. Levantó la fábrica a partir de 1674 Domingo de Aguirre, si bien las obras por diversos motivos se demoraron largo tiempo, hasta bien entrado el siglo XVIII. Para emplazar el monasterio eligió un solar limítrofe con su palacio, con el que todavía se comunica por un monumental arco.

El sepulcro de los fundadores, ubicado en la iglesia, fue realizado en 1738 por el escultor de Estella, Francisco Sanz Barona, en piedra de Azcona, y se considera una de las obras maestras de escultura funeraria de Navarra. En ella se puso especial cuidado en los detalles decorativos alusivos a las hazañas militares y categoría de Martín Carlos de Mencos, que además de fundador del convento, fue almirante general del Mar Océano y general de la Armada de Nápoles. Las paredes, relieves y esculturas del sepulcro relatan los sucesos acaecidos en Tafalla desde su creación, en el siglo XVIII, hasta nuestros días.

En el gran arco entre pilastras se observan relieves de guerreros a manera de atlantes y bajo complejos cortinajes recogidos por desnudos infantiles que dejan ver en la clave un escudo donde se repite el primer cuartel de los Mencos. El fondo de la hornacina se decora con motivos y trofeos militares -lanzas, pendones, yelmo, cañones, navíos y otras armas- que aluden a la actividad del fundador.

En el interior del medio punto se encuentran las estatuas orantes de los fundadores sobre almohadas decoradas entre dos leones y ante un reclinatorio con cuerpo y patas de águila cubierto también por rico paño rameado. En él descansan el sable, bastón de mando y el sombrero, atributos de la condición de don Carlos. Ambos personajes aparecen con rica indumentaria, Martín Carlos de Mencos viste todavía a la usanza del siglo XVII, con una banda, y su mujer luce un vestido más complicado con ampulosas y rasgadas mangas.

Gracias a los análisis de muestras realizados sobre las piezas que lo componen en laboratorios especializados, se han conocido los materiales presentes en la presente obra funeraria, sus técnicas de ejecución y los acabados pictóricos que tuvieron, en su época, las esculturas.

El acto vandálico dejó el conjunto funerario fragmentado en catorce piezas reconocibles y numerosos trozos de pequeño tamaño como un puzzle (imagen superior) que los trabajos de restauración fueron capaces de recomponer. Los fragmentos de mayor tamaño conllevan una complicación técnica a la hora de devolverlos a su lugar debido su envergadura y peso, por lo que fue necesaria la ayuda de medios auxiliares específicos como un puente grúa, polipastos y una elevadora.

El equipo de la empresa ArtUs Restauración realizó tratamientos de estabilización del soporte, como el cierre de fisuras, el tratamiento de las zonas fracturadas, la unión de los fragmentos y la reconstrucción volumétrica de aquellos puntos que lo necesiten para asegurar su estabilidad. Para ello contó con la colaboración puntual de TransportaArte, especialistas en manipulación de obras de arte (imagen inferior).