Musae Restauración de Arte S.L. realizará los trabajos de conservación y restauración de la Inmaculada Concepción, escultura de madera policromada y estofada cuyo autor es el escultor e imaginero Antonio Castillo Lastrucci. Se trata de una obra realizada en 1944 para Álvaro Cavestany, vecino de Madrid; sin embargo, nunca llegó a salir de Sevilla, permaneciendo en el taller de Lastrucci hasta 1954, año en que la adquiere la parroquia hispalense de la Sagrada Familia, donde la Inmaculada sigue recibiendo culto.

La escultura se encuentra en mal estado de conservación. Aunque muestra pequeñas reparaciones para solventar profundos daños, se observa un importante deterioro estructural con fendas y grietas abiertas. Además, destaca la oscuridad y oxidación de la capa superficial de la policromía, algo que impide observar toda la riqueza cromática que exhiben sus ropajes estofados y la nitidez de las carnaduras.

La intervención tendrá una duración aproximada de cuatro meses. Durante el tiempo estimado de duración de la intervención, participará un equipo multidisciplinar de especialistas de diferentes campos: las conservadoras y restauradoras Esther Soler y Ana Cordero, el historiador del arte Ramsés Torres, técnicos en radiología... equipo que aunará esfuerzos para llevar a cabo el proyecto de restauración y puesta en valor de esta obra del siglo XX.

Se le realizarán estudios técnicos, como son los Rayos X, TAC, estudios de fluorescencia visible de luz ultravioleta y luz rasante. Éstos aportarán más datos y permitirán un conocimiento en profundidad de los daños internos y externos que presente la obra. Con respecto a los procesos de conservación y restauración que se desarrollarán, se retirará toda la suciedad acumulada, barnices oxidados y repintes, consolidando la policromía. Además, se sanearán las grietas y aberturas que presenta en las fibras de la madera a lo largo de la talla -deterioro propio de las piezas de madera sometidas a cambios de temperatura y humedad a lo largo del tiempo, e incluso puede llegar a ocurrir en un breve lapso si los cambios de estos parámetros ocurren de forma abrupta- y se reintegrarán las pérdidas de policromía original con técnicas al agua, estableciendo criterios de diferenciación con el original conforme a las leyes y Cartas del Restauro en las que se apoyan los profesionales de la conservación y restauración del Patrimonio.

La Inmaculada es una de las piezas más destacadas de la Parroquia de la Sagrada Familia. La restauración supondrá la recuperación del patrimonio de la parroquia, otorgándole la relevancia que posee, recobrando su calidad técnica y sacando a la luz toda la riqueza cromática y detalles expresivos, en consonancia con las mejores obras de Lastrucci, siendo ésta una revisión actualizada en la tendencia estética del momento en que la creó.

La última restauración llevada a cabo por Musae Restauración de Arte S.L. ha sido la realizada en la imagen de Nuestra Señora del Rosario Coronada, patrona de la villa de Rota (Cádiz). La obra fue repuesta al culto el pasado sábado, 3 de febrero, en la Capilla de San Juan Bautista (La Caridad), siendo trasladada poco después hasta la Iglesia Mayor Parroquial de Nuestra Señora de la O, el principal templo roteño.

Los trabajos, que han tenido el apoyo tanto de la Hermandad del Rosario de Rota como del Obispado de Jerez y la Delegación de Cultura de Cádiz de la Junta de Andalucía, se han desarrollado durante más de tres meses en el taller sevillano con un equipo multidisciplinar.

La fase cognoscitiva, fundamental antes de iniciar la intervención, ha consistido en la realización de varios análisis previos fundamentales: mediante el reconocimiento organoléptico, la recopilación de datos y estudios, la extracción de muestras con el examen de los distintos estratos, así como observaciones realizadas gracias a la aplicación de técnicas radiológicas, se han determinado los agentes de deterioro y han ayudado a discernir un poco más su historia material. Para ello, se ha contado con un equipo compuesto por los citados Ramsés Torres, Esther Soler y Ana Cordero, así como por químicos y biólogos pertenecientes a Sanit-Arte y el equipo técnico del centro de salud Arduan. Mediante la aplicación de los medios y técnicas analíticas necesarias, se han obtenido datos precisos para determinar un diagnóstico riguroso de conservación general de la obra y la planificación de la intervención posteriormente realizada.

La Virgen del Rosario es una talla original del siglo XVI, aunque las diferentes transformaciones y modificaciones han ido cambiando su fisonomía hasta llegar a nuestros días: en el XVII es transformada en imagen de candelero, en el siglo XIX se cambian sus manos y se añaden los postizos, y en 1956 se altera su rostro.

La restauración ha permitido eliminar toda la suciedad superficial y las reintegraciones viradas de color. También se ha llevado a cabo el saneamiento de las grietas y aberturas del soporte -principalmente localizadas en el busto-, reintegración de estratos perdidos de policromía y actualización de los sistemas de sujeción. Además, gracias a la intervención, se ha podido recuperarla luminosidad de la mirada de la Virgen, oscurecida por la oxidación de diferentes adhesivos y barnices superficiales.