NUEVA OBRA DE FERNANDO MURCIANO
PARA JEREZ DE LA FRONTERA

22/09/2008

Hablamos de una versión personal de la Pastora Niña Dormida que el escultor onubense Sebastián Santos Rojas labró en el año 1940 para Fray Juan Bautista de Ardales, perteneciente al Convento de Padres Capuchinos de Sevilla, obra definida por Sebastián Santos Calero, hijo del autor, como de acentuado barroquismo y exquisita sensibilidad compositiva.

Coincide con el original sevillano en la disposición de la figura, dormida sobre una piel de cordero, y de los elementos que la rodean -el sombrero y el cayado con ornamentación floral, el escueto lienzo que cubre su desnudez, los corderos que simbolizan las almas cristianas acogidas en el seno de María y la serpiente que aplasta con el pie izquierdo aludiendo a su cariz inmaculista-, así como en las calidades del estofado, las carnaciones y la policromía, apreciándose en la pieza de Capuchinos unos tonos más suaves.

Difiere, sin embargo, del prototipo de Santos en las facciones de la Virgen Niña, la expresión durmiente del semblante -más profunda en la talla de Murciano-, la postura de las piernas, el color más oscuro de los cabellos y las medidas, siendo la estatura algo más pequeña en este caso (52 cm, aproximadamente).

Si pulsan en el icono, podrán ver una completa galería fotográfica de un candoroso simulacro que ha sido tallado en madera de cedro del Líbano, policromada al óleo, para una colección particular de Jerez de la Frontera. El báculo de la Pastorcita es obra del tallista sevillano Manuel Durán González.

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