REAPARECE UN MANTO DEL SIGLO XVIII EN MURCIA
Fotografías de Alejandro Romero Cabrera (31/08/2009)
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La Virgen de la Soledad, que procesiona cada Lunes Santo con la Real, Ilustre y Muy Noble Cofradía del Santísimo Cristo del Perdón (con sede en la murciana Parroquia de San Antolín), acaba de recuperar para su ajuar un valioso manto del siglo XVIII, que se creía perdido tanto por los especialistas como por los camareros de la imagen y que sólo se conocía por fotos antiguas (como la que acompaña esta noticia).
El reencuentro con esta magnífica pieza del bordado se produjo durante las tareas de limpieza y ordenación cotidianas de uno de los locales de la mencionada cofradía de penitencia, por parte del Secretario General de la misma, Diego Avilés Fernández, y del cofrade Diego Avilés Correas. Inmediatamente, ambos integrantes de la hermandad avisaron al Historiador del Arte murciano Alejandro Romero Cabrera, colaborador de La Hornacina, para que examinara la pieza e informara de su valor. Así, el manto fue desplegado y examinado con gran sorpresa para todos, y ahora se encuentra guardado en las debidas condiciones mínimas, a la espera de ser presentado públicamente y de que la Cofradía del Cristo del Perdón decida la forma de su restauración y recuperación.
Este manto de la Virgen de la Soledad resulta ser una pieza notablemente valiosa, tanto por la calidad de su diseño y del bordado, como por ser una de las prendas de vestir de imágenes religiosas más antiguas conservadas en la Diócesis de Cartagena (junto con otros ternos dieciochescos de la Virgen del Rosario de las Madres Dominicas de Murcia o de la Cofradía California de Cartagena). Y sin duda, por ser la pieza textil conservada más antigua de la Semana Santa de Murcia, junto con la túnica que el prestigioso escultor e imaginero Francisco Salzillo diseñó para su Dolorosa de la Cofradía de Jesús Nazareno, y que ya no usa debido a su estado de conservación.
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La imagen actual es obra de José Sánchez Lozano, realizada tras la Guerra Civil para sustituir a la anterior Soledad que se veneraba en la Iglesia de San Antolín, y que sería la original “propietaria” de este manto. En la foto que acompaña esta noticia aparece la actual imagen todavía vestida con el manto que acaba de ser encontrado.
El manto es de terciopelo negro, bordado en plata y finas lentejuelas, y recamado con encaje igualmente de plata. Va acompañado de unas puñetas realizadas del mismo modo. El bordado es una pieza continua y casi indivisible, formando una rica cenefa con motivos florales, lazos y una línea mixtilínea al modo de ciertas decoraciones arquitectónicas barrocas que recorre todo el contorno del manto. En las esquinas frontales la decoración se expande y enriquece, igualmente con lazos y flores, y el eje central de la parte trasera queda marcado por un elegante lazo.
El estado de conservación del terciopelo base (que no es el original) es totalmente irreversible, pero el del bordado es francamente bueno, por lo que el mejor futuro para esta valiosísima y muy bella y elegante pieza es que el bordado sea pasado a un nuevo terciopelo por manos de experimentados y contrastados profesionales. Tras estos trabajos, y gracias al buen estado de conservación de los bordados, el manto podría volver a ser usado por la Virgen de la Soledad de forma alternativa en su gran cortejo procesional, así como en ocasiones extraordinarias.
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El manto reencontrado se convierte ahora en el más valioso de los tres que posee la Virgen de la Soledad: uno también magnífico del XIX, bordado finamente en oro y lentejuelas, con el campo salpicado de estrellas, y otro mas grande que estos dos, moderno y realizado con la técnica del recorte aplicado, que es el que luce en su Procesión.
Tras este feliz hallazgo, la Cofradía del Perdón puede estar orgullosa de ser custodia de una exquisita obra de arte, única en la Semana Santa de Murcia y que debe ser conocida y valorada como bien merece.
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