LAS FUNCIONES DEL MUSEO: CONSERVACIÓN

09/08/2006


 

 

Del escultor Juan Alonso Villabrille y Ron, el más sobresaliente de los maestros barrocos madrileños que trabajaron entre los siglos XVII y XVIII, se exhiben en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid (MNE) su creación más emblemática, la dramática Cabeza de San Pablo, y el delicioso grupo de la Familia de la Virgen, ambas obras procedentes de la Desamortización, a las que en el año 1985 se sumaron otras dos adquiridas por el Estado a los herederos del Conde de Guëll y que nunca habían sido expuestas.

Representan a San Agustín de Hipona, remoto fundador de la Orden Agustina, y a Santa Rita de Casia, identificada por la espina que recibió en su frente durante un éxtasis místico. Sus teatrales figuras, acompasadas en las actitudes e individualizadas en los rostros, visten el hábito negro ceñido por la correa de los frailes agustinos así como las sandalias propias de los recoletos o descalzos.

Fotografías obtenidas en torno al año 1925 sitúan ambas esculturas en la iglesia conventual de las monjas agustinas recoletas de Alcalá de Henares y permiten comprobar que ya ofrecían deterioros pero conservaban aún elementos significativos para su identificación iconográfica y comprensión plástica: el Crucifijo y la palma con tres coronas en manos de la Santa, y un niño sosteniendo una concha junto al Santo que alude al episodio más popular de su leyenda relativo a la impenetrabilidad del misterio de la Trinidad.

La restauración de estas esculturas en el taller del Museo se ha abordado desde el conocimiento derivado de su estudio previo. En el examen preliminar de las piezas para determinar su estado, se detectaron dos tipos de problemas. Por una parte, el deterioro derivado del paso del tiempo y circunstancias adversas: rotura de dedos, policromía inestable formando grandes bolsas con riesgo de desprendimiento, barnices oxidados y manchas de cera; por otra, la existencia de intervenciones anteriores que ocultaban los daños: repintes de ropajes y mano.

El tratamiento aplicado ha consistido en labores de consolidación, eliminación de repintes y limpieza de carnaciones, completadas con la reinserción de los dedos conservados, la reintegración (con técnicas reversibles) de las faltas de policromía y la aplicación del barniz protector final.

Al recobrar las calidades de la capa pictórica inicial, junto con los contrastes cromáticos borrados por el oscurecimiento de los barnices, y eliminar las interferencias visuales que suponían las pequeñas pérdidas de policromía, se ha conseguido resaltar la nitidez de las formas y potenciar los volúmenes creados por el artista, recuperándose la percepción original con toda su riqueza de matices.

Todo este proceso se puede contemplar hasta el próximo mes de octubre en la muestra Las Funciones del Museo: Conservación durante el horario normal de visita del museo: de martes a sábado, de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 21:00 horas; domingos de 10:00 a 14:00 horas; los lunes, cerrado.

 

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