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Andrés Carrasco

El cartel de los cultos y procesión de Nuestra Señora del Rosario de la iglesia sevillana de Santa Catalina es una obra de Andrés Carrasco Pérez. Relata el milagro por el que la Virgen salvó de un hundimiento de cubiertas el templo: delante de la imagen ardía a diario una lámpara de aceite de modo perpetuo, una noche un monaguillo la vio apagada y, al ir a cambiarla, escuchó una voz que venía de la Virgen y decía: "llama al clero parroquial y di que esta parte del techo amenaza de ruina". Sorprendido por el prodigio, el niño contestó "Señora, no me creerán ni aunque así se lo diga", a lo que la Virgen contestó, "Di que me encontrarán con el Niño cambiado de brazo para que se persuadan de que es verdad". Al volver con los sacerdotes, encontraron la imagen del Niño en el brazo derecho de la Madre, y examinadas las cubiertas vieron que era cierto el aviso de la Señora.

Andrés Carrasco Pérez nos muestra a la Virgen del Rosario en el momento en el que acaba de hablar con el monaguillo, con el Niño aún en su brazo izquierdo, mientras que desde el cetro parte un rayo de luz señalando el techo. Un halo circular emana de la parte superior de la imagen, mostrando el hecho sobrenatural que acaba de ocurrir por el que la propia Virgen se ha servido de una imagen suya para obrar un milagro. El monaguillo, aún sorprendido, se dispone a salir del espacio sagrado, ya tomado por la oscuridad de la noche, para comunicar a los curas lo sucedido. Es la primera vez que este hecho se representa de modo plástico, siendo muy acertado por parte del autor el tomar como referencia la pintura popular del siglo XIX.

Sheila Criado

Cartel que anuncia la Solemne Procesión de Nuestra Señora de la Cabeza (Sevilla), la cual tendrá lugar hoy sábado 5 de octubre desde el templo de San Juan de la Palma. Se trata de una obra realizada en técnica mixta sobre tabla en la que predomina el color carmesí como emblema de la ciudad de Sevilla.

Es muy original la composición que la autora ha hecho de la media luna de la Virgen -una imagen original de Fernando Cruz (1931) intervenida por Manuel Cerquera y Fernando Buiza-, conformada por jaras, flores típicas de los campos de Sierra Morena en Andújar, y entrelazadas con el NO8DO, otro símbolo de Sevilla.

Rafael Laureano

Cartel para los cultos de Nuestra Señora del Rosario (Granada) para el año 2019. El autor aporta visiones contemporáneas, como los distintos planos de materiales que hacen que el cuadro adquiera tridimensionalidad. Los elementos representados proceden de la histórica tradición ligada a la Archicofradía: un boceto de la solería del camarín de la Virgen, escudos, ángeles, un grabado de Granada en el siglo XVI... Es un cartel diferente a lo habitual en Granada. El uso del jaspe, tan abundante en el camarín como si fueran cuadros abstractos, incluye, a modo de damascado, la granada de oro. Hay que destacar también el uso de las luces, que quieren representar el milagro verificado en 1679 con la aparición de una estrella de luz asemejando el arco iris. Las luces rojas y verdes, colores de la bandera de Granada, emanan de la imagen como copatrona y protectora de la ciudad. Un detalle es el perro dominico, con la antorcha que ilumina la obra. Por último la reproducción de un grabado flamenco con Granada representada como la nueva Jerusalén, con sus torres, iglesias y conventos, tal y como estaban a finales del siglo XVI. En el centro, la imagen de Nuestra Señora del Rosario, vestida con argénteo vestido perpetuo, siguiendo la moda de la corte de Felipe II pero a la vez con matices contemporáneos.

José Luis Marín

Conjunto formado por tres piezas: un cuadro, la leyenda o texto, y una corona. En el cuadro es fácil reconocer a la Virgen del Rosario de los Humeros, cuya mirada busca al espectador a quien ofrece su atención y un lugar en su regazo, donde descansa un niño herido y desde donde ha pervivido a lo largo del tiempo la capilla en representación de la "casa" de todos sus arrabaleros. Las escaleras de colores aluden a la Escalera de Jacob como enlace entre el cielo y la tierra. En la mitad inferior de la Señora se sugiere la forma de un corazón.

Respecto a las otras dos piezas, la leyenda "HUMEROS" en la parte superior ha sido realizada con hule de mesa pintado con purpurina dorada, homenajeando con ello el autor el sacrificio de las madres en general y de María como Madre de los Cristianos en particular. Por su parte, la corona es una pieza labrada separadamente de la tela, a modo de collage que simboliza los misterios del Santo Rosario a través de piezas personales del autor y en el que conviven desde una corona de espinas hasta un broche con forma de libélula.

José Luis Castrillo

El prolífico pintor sevillano, con estudio en la Calle Alfarería del barrio sevillano de Triana, nos presenta ahora un retrato de la venerada imagen roldanesca de Nuestra Señora de la Esperanza Macarena, realizado al óleo sobre lino con unas medidas de 41 x 33 cm.

Castrillo nos muestra, a través de su inconfundible estilo, un tres cuartos de la venerada imagen, retratada hasta la altura del busto, de forma que vemos su mano derecha sosteniendo el pañuelo y dos de sus atributos más característicos: la corona cinceladas por Reyes y las mariquillas donadas por Joselito el Gallo.