NUEVAS OBRAS DE PINTURA SACRA

Con información de Sergio Cabaco y sus autores (24/06/2018)


 

     
     
 
     
     
 

 

José Luis Castrillo

Con el título Mater Dolorosa, el pintor sevillano acaba de realizar una pintura (óleo sobre lienzo, 30 x 25 cm) inspirada en la bella escultura mariana realizada por el joven escultor e imaginero Juan Bautista Jiménez para el misterio del Encuentro de Jesús con María camino del Calvario, cuyo destino es la localidad de Tarlac (Filipinas). El grupo fue presentado en La Hornacina el pasado 3 de marzo.

Entre las recientes creaciones del prolífico José Luis Castrillo también se encuentra una serie de cuatro óleos de pequeño formato (dos miden 40 x 30 cm y los otros dos 35 x 30 cm), inspirada en la imagen del actor Robert Powell para la miniserie televisiva Jesús de Nazaret (1977), dirigida por Franco Zeffirelli. Dicha caracterización está considerada por muchos como la mejor de cuantas se han hecho sobre Cristo para el cine religioso.

 

 
 

 

Josué Hernández

El pasado 16 de junio, la cofradía del Carmen presentó en la parroquia de San Juan Bautista el cartel anunciador de los cultos que se tributarán a la imagen en el XXX aniversario de su coronación canónica y nombramiento de alcaldesa mayor, perpetua y honoraria de la villa de La Orotava.

El cartel es un óleo sobre tabla realizado por Josué Hernández que presenta a la Virgen como "verdadera casa de Dios y Puerta del Cielo" en alusión a la importancia de la maternidad de la Virgen y su protección espiritual, especialmente en esta querida advocación, a través del símbolo del escapulario.

El hábito de la Orden del Carmelo Descalzo, orden vinculada entrañablemente a esta cofradía, se convierte en un variado ramo de flores que recuerda que María es una "viña florida", la "flor de la Villa" que goza de la devoción y el afecto de los orotavenses, que esperan su día grande el próximo 16 de julio.

 

 
 

 

Rafael Franco

El pasado 14 de junio, coincidiendo con los cultos a san Antonio de Padua, la hermandad sevillana del Cautivo de Torreblanca entregó a la de la Resurrección una obra pictórica como agradecimiento y recuerdo de su estancia en su sede canónica -la iglesia de Santa Marina- con motivo del Vía Crucis de las Hermandades del presente año 2018, presidido por la imagen de Nuestro Padre Jesús Cautivo ante Pilato, titular de la mencionada corporación de penitencia del barrio hispalense de Torreblanca.

La obra, realizada por el joven artista Rafael Franco en pastel sobre papel (100 x 70 cm), muestra al Resucitado tallado por Francisco Buiza, en color y totalmente iluminado, ocupando prácticamente el lateral derecho de la escena; mientras el izquierdo queda ocupado por la figura del Cautivo de Torreblanca que labrara Jesús Méndez Lastrucci, en blanco y negro y envuelta en sombras, de forma que solo resultan visibles sus manos atadas.

 

 

Manuel Caliani

La obra, con el sugestivo título de Inmaculado Concepto custodiado por el Alter Christus, tirado por unicornios sobre suelo ajedrezado (acuarela sobre papel de 37,5 x 22, 5 cm), consiste en una pintura para la Hermandad Antigua de María Santísima de la Concepción de Puebla del Salvador (Cuenca), de carácter polivalente para usarla con distintos fines. En ella el joven artista onubense presenta una interpretación de la Virgen de la Concepción Coronada, en su carácter más conceptual y divino en cuanto a que encuentra en el Dogma de la Purísima Concepción no sólo la certeza de que María fue reservada, protegida y concebida sin pecado, sino también un concepto de la pureza de su persona. Su representación luminosa casa perfectamente con la realidad material de la interesante imagen, pues es revestida de luz al encontrarse revestida de pan de plata y vestida usualmente con manto blanco. La reciente llegada de una bella imagen de san Francisco de Asís, dado el vínculo franciscano de la corporación, requería en el encargo el reflejo de esta ligazón en cuanto a la importancia de la orden como precursora del dogma de la Purísima Concepción.

San Francisco de Asís es considerado el "Alter Christus", el alter ego de Cristo e incluso el segundo Cristo. Esto es así dada la firmeza con que construyó su vida en la fe a imitación de Cristo. Tanto era así que fue premiado con el padecimiento de la Pasión del Señor en su propio espíritu y carne, y en consecuencia padeció estigmas en manos, costado y pies en su amor por Dios crucificado. También era por supuesto fiel creyente y seguidor mariano, y su orden, como expongo anteriormente, defensora del dogma. Por eso la Virgen de la Concepción es protegida como el mayor de los tesoros por dos manos llagadas pertenecientes a Francisco de Asís, cuya posible confusión con las manos de Cristo es interesante por el paralelismo de los preceptos de vida. Además, las manos están dispuestas a modo de alas en alusión a la modalidad de la iconografía de la Inmaculada Alada, simbolizando este elemento la protección divina. No son pocas las representaciones de la Virgen entre San Francisco de Asís y San Antonio de Padua, como representación de este arraigo mariano franciscano.

Desde la antigüedad con la mitología griega encontramos a Selene, la diosa lunar representada en un carro de plata tirado por bueyes o caballos blancos. Es interesante el paralelismo que se puede establecer con la figura de María como "diosa madre". Lo femenino siempre ha estado relacionado en su divinidad con la luna. Llevado al cristianismo tenemos personificaciones de los astros con la Virgen, en la advocación de la Estrella por ejemplo, o de la Luna como propia advocación en Pozoblanco (Córdoba) o Escacena del Campo (Huelva). Incluso en la propia capital onubense con Nuestra Señora de la Cinta, con el inicio de su particularísima salve ("Dios te Salve Luna Llena"). Incluso en mi obra personal suelo establecer una entrañable conexión entre la luna y Nuestra Señora del Rocío, aunando mi predilección por el astro y mi devoción por la patrona de Almonte.

En este caso, María Santísima de la Concepción aparece con sus atributos y caracteres insinuados (manos devotas juntas, corona con ráfaga de estrellas y media luna a los pies) según el Apocalipsis de san Juan; sobre alboroto de nubes que se tornan unicornios, como reinterpretación del carro de plata de Selene en su versión cristiana. Este ser mitológico se caracteriza por ser un animal feroz, fuerte y veloz, al que solo se puede capturar por medio de una virgen, ya que ante la doncella pierde su fiereza y se acerca a ella para descansar en su regazo, momento que aprovechan los cazadores para abatirle. Esta leyenda hizo del unicornio símbolo de pureza y virginidad, pues María es reservada y elegida como digno recipiente ideal para albergar la encarnación del Cristo. Y aunque la advocación que protagoniza la obra recoge la concepción de la propia Señora, el carácter de la virginidad es inseparable de su persona en el credo cristiano.

Las nubes se abren en puerta de luz que inunda un frágil suelo ajedrezado. La Virgen es concebida y acepta en su vientre la venida del Mesías, por lo que también María ha salvado a la humanidad y constituye una puerta acogedora para todos sus hijos e hijas. Por eso, a modo de leyenda, que puede recordar en su ubicación a las que acompañaban las imágenes y estampas de Nuestra Señora en siglos pasados, se recoge un fragmento de una de las más bellas oraciones a mi juicio dedicadas a María: se trata de la plegaria a Nuestra Señora de los Ángeles, oración escrita por el propio san Francisco de Asís para la Virgen, con frases tan entrañables como la que se recoge en la obra "Puerta siempre abierta, Rosa sin espinas, yo te doy mi vida, soy tu trovador".

 

 

Rubén Terriza

La última creación sacra del joven artista Rubén Terriza González (La Puebla del Río, Sevilla, 1996) está basada en la aparición de María como Divina Pastora a Fray Isidoro de Sevilla. Ha sido realizada empleando la técnica del óleo sobre tabla (70 x 50 cm) para una colección particular de Gran Canaria.

Se inspira directamente en el tipo iconográfico establecido por Alonso Miguel de Tovar, seguidor de Murillo, especialmente en la versión conservada en el Museo Carmen Thyssen de Málaga, solo que en este caso María aparece ya coronada, más envarada en su pose y sujetando un cayado en lugar de las flores blancas.

 

 

Miguel Verdejo Rocataliata

Uno de sus últimos trabajos, realizado en grafito y carboncillo, representa al Cristo de la Providencia, titular de la hermandad onubense de la Santa Cruz, y es portada del último boletín editado por dicha cofradía de penitencia. La imagen del Cristo fue labrada en 2005 por el artista local Mario Ignacio Moya.

 

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