Antonio Díaz Arnido y José Manuel Bernet

Nueva Cruz de Guía de la hermandad cacereña de Salud y Estrella. Se trata de un proyecto de arte sacro, realizado en común (diseño y ejecución) por el orfebre José Manuel Bernet y el artista plástico Antonio Díaz Arnido, ambos sevillanos. La obra pictórica al óleo sobre tabla, presenta un cuidado programa iconográfico con numerosos elementos visuales, que representa la Pasión de Cristo en el anverso y la Inmaculada en el reverso. Esta circunstancia, estar pintada a dos caras, es una de las particularidades que ofrece esta obra.

La figura del Crucificado en el crucero es la protagonista indudable de la obra. De estética manierista, aparece rodeada de elementos pasionistas: el "titulus crucis", el paño de la Verónica (con el rostro del Señor de la Salud esbozado en el mismo) y el cráneo de adán. El Sol y la Luna en el travesaño representan, flanqueando al Crucificado, el alfa y el omega, el Principio y el Fin.

En el reverso preside la composición la visión apocalíptica de María, coronada de estrellas y con la luna a sus pies en su versión franciscana: con el Niño venciendo al mal representado como una serpiente enroscada en la bola del mundo. Enriquecen dicha iconografía las alas de la Virgen, representación común en Latinoamérica, ligada a la historia de Extremadura. Los rostros de la Virgen y el Niño son los de la Virgen del Carmen de Cristóbal Ramos (hacia 1760) que recibe culto en el templo sevillano del Santo Ángel; una obra que Arnido, junto con Manuel Ruiz-Berdejo Cansino, restauró en 2015. Alrededor del tema principal aparece el Espíritu Santo en forma de paloma y elementos marianos como la jarra de azucenas, además de la fuente de la salud y la estrella de la mañana, alusión directa a las advocaciones de la hermandad cacereña.

Respecto a la elaborada labor de orfebrería, con diseño y ejecución rocalla (propio del barroco europeo del siglo XVIII), ha sido realizada por José Manuel Bernet. Destacan la belleza y profusión de elementos vegetales y decorativos propios del XVIII, con accesorios como espejuelos o pedrería con los colores de la corporación.

Manuel Caliani

La primera de las obras (imagen superior izquierda) se titula Rosas y Lirios: Señor de Montserrat y consiste en una técnica mixta de acuarela y grafito sobre papel A4, conformando un retrato del Cristo de la Conversión del Buen Ladrón, de la cofradía sevillana de Montserrat, obra de gran empaque salida de la gubia de Juan de Mesa en 1619. El autor pretende representar las realidades desde la impresión y la atmósfera de lo pasional/pasionista, empleando tonalidades evocadoras de la sangre, el amor y el drama. Elementos no únicamente fundamentales en la religiosidad, sino también básicos en la cultura popular andaluza y el flamenco.

En segundo lugar, el cartel del grupo joven de la Hermandad de la Esperanza de Huelva (imagen superior derecha), anunciador del Miércoles Santo. Se trata de un óleo sobre lienzo en formato A1 (59,4 x 84,1 cm), de composición diagonal, retrato a medio perfil de la popular imagen realizada en el taller de Joaquín Gómez del Castillo (eje devocional de la ciudad de Huelva), con sus atributos más característicos y el texto anunciador en la región inferior derecha, cuya primera letra se transforma en el ancla que la Virgen porta habitualmente en el pecho por su vinculación marinera. La impresión y reproducción ha sido llevada a cabo por el fotógrafo onubense David Infante Ramos. El tratamiento dinámico y fresco de la pintura, y la mancha como elemento expresivo, representa a la juventud cofrade de la hermandad en una impresión nocturna y evocadora del Miércoles Santo con sabor a drama lorquiano. A través de tonos morados y violáceos tan característicos del Cristo de la Expiración, titular cristífero de la cofradía, se representa el drama de la Pasión que Jesús lleva a cabo por amor a la humanidad. Sin embargo, esta evocación nocturna se ve invadida por una candelería que irradia una fulgurosa Esperanza, anunciadora del buen fin de la redención, una visión que puede extrapolarse a lo cotidiano; donde ante las circunstancias que nos rodean, siempre queda la Esperanza.

Ignacio Pizarro

El Cristo de la Fundación, titular de la popular Hermandad de los Negritos (Sevilla), obra del escultor Andrés de Ocampo, protagoniza una obra plena de tenebrosidad tanto en la imagen como en el ambiente (imagen superior), percibiéndose una silueta perfecta de la imagen del Cristo muerto en la cruz, con la cabeza inmersa en el pecho formando un perfecto ángulo de 90 grados.

Ignacio Pizarro Ortego, sevillano autodidacta de 20 años de edad, ha realizado esta obra empleando lápiz blanco y pastel sobre cartulina negra. Sus medidas son 45 x 25 cm. Entre las creaciones de este joven autor se encuentra el cartel de las Fiestas del Rosario 2015 de la Hermandad de los Humeros de su ciudad natal.