En el taller del escultor e imaginero sevillano Juan Manuel Miñarro López se vive estos días una intensa actividad restauradora con destino a varias cofradías de la Semana Santa malagueña.

Una de las tallas que están siendo intervenidas es la de Nuestro Padre Jesús de la Misericordia, el famoso Chiquito del barrio malagueño del Perchel pese a que su estatura sería de 180 centímetros si no estuviera representado caído en tierra mientras carga con el madero hacia el Monte Calvario. Según Miñarro, la imagen está siendo tratada de problemas estructurales y se le están eliminando adiciones aplicadas en anteriores restauraciones. En palabras del artista a La Hornacina, "se trata de una imagen muy singular del escultor José Navas-Parejo que no deja de presentar dudas sobre el tema de su ejecución, pues ya se rumoreaba en su día que el escultor habia utilizado partes del primitivo Cristo, destrozado en los disturbios de la Guerra Civil.  De hecho, al levantar unos falsos estucos de la mano derecha nos hemos encontrado un modelado y restos de color que nada tienen que ver con la morfología de la izquierda.  Quedan más estudios por hacer para poder reunir mas datos, pero de momento tenemos una evidencia algo inquietante".

Otra imagen que se encuentra restaurándose es la del Cristo del Santo Sepulcro,  al que se le está sometiendo a unas labores de fijación, limpieza, y consolidación de ensambles. "Se trata de una obra de Prados que nunca tuvo una policromía que se destacara por el acabado", nos cuenta Juan Manuel Miñarro, "es por ello que la han patinado y retocado en más de una ocasión, con materiales y procedimientos muy inestables, de ahí la negritud y las manchas que presenta;  a lo que, además, hay que unir los efectos de la iluminación de las antorchas y la tizne que provoca el combustible empleado".

Por último, en el taller se reparan cuatro ángeles pertenecientes a la Cofradía de los Dolores de San Juan, muy retocados y cuya recuperación se abordará en dos etapas: dos para el 2007 y los otros dos para el 2008.

Punto y aparte lo constituyen las imágenes titulares de la Cofradía del Monte Calvario, semidestruidas  por el fuego a casa de un incendio fortuito. Un trabajo complicado y muy laborioso, según Miñarro "con contenido para escribir un libro", y del que les venimos informando puntualmente en la página. En palabras del veterano artista, "con los procedimientos que ya teníamos, ampliamente experimentados, se están recuperando".