Siguiendo la estética napolitana, el escultor e imaginero Joaquín Mayans ha realizado para Callosa de Segura (Alicante) una bellísima y lograda representación del Nacimiento de Jesús que tiene como destino uno de los altares laterales de la remozada ermita del Rosario, un edificio del siglo XVIII situado en pleno casco histórico de la ciudad, sede canónica de la Archicofradía del Rosario de la Aurora.

La obra ha sido costeada por la Asociación de Belenistas de Callosa de Segura, para la que el imaginero alicantino ya ha realizado varios trabajos. Concretamente, este nuevo Nacimiento presidirá la capilla de la Natividad, que ya existía en la ermita antes de la contienda civil.

Se trata de un grupo de figuras labradas en barro cocido y policromado. Las imágenes de la Virgen María y San José son de vestir, miden aproximadamente 130 cm de altura y están ricamente ataviadas, guardando una serie de elementos simbólicos muy peculiares y característicos. Cinco cabezas aladas de querubines se distribuyen por la escena para rendir pleitesía a la Sagrada Familia.

María aparece como una reina mirando al Niño, sentada sobre una silla-trono. Viste tonos inmaculistas y apoya sobre cojines sus pies. El expresivo y varonil Patriarca lleva ropajes de corte semítico, no exentos de elegancia y calidad en las telas. Como anécdota, uno de los querubes besa los pies a la Virgen mientras otro, con la ayuda de sus alas, sujeta la vara del santo, que se muestra coronada con la simbólica azucena.

Como centro de la escena se encuentra el Niño Jesús recostado sobre una cuna-moisés. El conjunto en su totalidad se caracteriza por el estilo cortesano y costumbrista tan típico de los belenes napolitanos que durante el siglo XVIII desembarcaron en nuestro país a través de la corte ilustrada de España.