Escultura de Cristo Resucitado a tamaño natural (mide 185 cm de altura) labrada íntegramente en madera de cedro con terminación pictórica al óleo, provista de un total de cinco capas de veladuras para alcanzar la textura adecuada, prescindiendo el autor de las huellas de la flagelación y otros martirios, tallando solamente las llagas de la crucifixión y leves señales en las rodillas por las caídas camino del monte Calvario.

Martín Nieto presenta a Jesús con el máximo naturalismo y esplendor de su Resurrección para que nada distraiga de su belleza anatómica. El movimiento se inspira en el de la escultura de Longinos labrada por el maestro Bernini. El sudario, tallado en el mismo bloque de madera, no encolado ni sobrepuesto, es volátil, con pliegues amplios y valientes en tonos claros y luminosos, anudado por una cuerda.

En esta ocasión, el artista presenta un Cristo de ímpetu neobarroco pero con una composición más suave de lo habitual, moderando la volumetría de cabellos y la barba para resaltar la dulzura y la belleza del rostro. Será presentado el próximo domingo en el templo de los santos Juan y Pablo del municipio madrileño de San Fernando de Henares, siendo la cuarta obra ya que Martín Nieto realiza para esta Comunidad Autónoma.

Entre los proyectos que se encuentra llevando a cabo el escultor se encuentra la restauración de la efigie de María Auxiliadora (1943), de los Salesianos de Triana (Sevilla), conocida popularmente como "la sentaíta" por ser la única obra sedente de su iconografía, una de las creaciones más interesantes del ceramista e imaginero Enrique Orce. En este último trabajo cuenta con la colaboración de su colega José Daniel Henares.