RESTAURACIÓN DE RAFAEL MARTÍN HERNÁNDEZ

Rafael Martín Hernández (14/11/2013)


 

 
     
     
Proceso de intervención

 

La intervención restauradora ha sido llevada a cabo por Rafael Martín Hernández sobre la talla de candelero para vestir de Nuestra Señora de la Esperanza, titular mariana de la Hermandad de los Estudiantes de Almendralejo (Badajoz), cuya sede se encuentra en la Parroquia de San José. Las labores de restauración restituyeron la imagen, asegurando su consolidación estructural. Estéticamente, la Dolorosa conserva los rasgos y policromía originales de su creador, el escultor conquense: Leonardo Martínez Bueno.

 

 
     
     
Proceso de intervención

 

Perteneciente a la escuela castellana oriental del siglo XX, la obra fue realizada a tamaño natural, empleando madera de pino entre los años 1960 y 1970. Se halla firmada por su autor en la región posterior del tronco. Su estado de conservación era malo: acusaba deficientes intervenciones anteriores, además del deterioro producido por el paso del tiempo, la manipulación y las tensiones del soporte.

La imagen presentaba desensambles localizados en los perfiles de la cabeza y en el cajillo del busto en su unión al cuerpo. El perno de la corona estaba en tan mal estado, que su extracción era poco menos que imposible. Un clavo metálico se hallaba incrustado en la parte posterior del cuello. También se observaba un levantamiento de la preparación en la nariz, pérdidas localizadas en los picotazos generados por los alfileres a la hora de vestirla (principalmente en cabeza y región clavicular), lagunas pictóricas, repintes y aditivos (maquillaje) para ocultar dichas lagunas y revitalizar cromáticamente la policromía. Incluso se localizó trazas de pintura y esmalte de uñas sobre los globos oculares de cristal. Por otro lado, las pestañas postizas comerciales, además de desvirtuar estéticamente la imagen, padecían una pérdida de fijación al párpado.

 

 
     
     
Proceso de intervención

 

Ambas manos tenían desensambles en la unión de la muñeca al antebrazo. Había también suciedad acumulada y pérdidas de preparación y policromía, localizadas estas últimas en los picotazos generados por los alfileres, aditamentos y el roce. También el cuerpo, además de desensambles, tenía pérdidas de preparación localizadas alrededor de dichos desensambles y en las uniones entre el cuerpo y los listones del candelero, así como pérdidas localizadas en los picotazos causados por los alfileres, principalmente en el pecho, y lagunas pictóricas.

Por último, los brazos presentaban inmovilidad en la articulación del hombro y falta de estabilidad en la articulación del codo, pudiéndose aflojar el antebrazo durante la procesión y a causa de los cambios de temperatura y humedad que afectan a la misma. En cuanto al candelero o devanadera interior, presentaba falta de consolidación, cimbreándose levemente el busto cuando se ejercía fuerza sobre el candelero.

 

 
     
     
Proceso de intervención

 

La intervención de Martín Hernández ha consistido, por un lado, en la eliminación de elementos metálicos y en la sustitución del perno de la cabeza por otro que permite la extracción de la espiral. También se ha sustituido el candelero por otro que inclina la imagen hacia delante, con el propósito de bajar la mirada. De esta forma se aprovechó para dotarle de mayor altura y así armonizar las proporciones generales.

Los brazos también se han sustituido por unos nuevos de sapelli, con articulaciones esféricas que posibilitan la total movilidad de hombros y codos, así como la rotación de las manos. Llevan incorporados un sistema de muelles que impiden que los brazos se aflojen a causa de los cambios de temperatura y humedad ambiental.

 

 

Se ha llevado a cabo la consolidación de desensambles y fisuras, la limpieza de acumulaciones de suciedad, la eliminación de repintes, maquillaje y esmaltes, la reintegración de todas las pérdidas de la preparación y la reintegración cromática de todas las lagunas de policromía mediante técnica reversible que imita el color y la textura circundante. Previo estudio de las causas que generaban la pérdida de adherencia de la preparación y capa pictórica de la nariz, se produjo la subsanación de los daños y restitución cromática.

Finalmente, se han eliminado las pestañas postizas comerciales, siendo sustituidas por unas nuevas de pelo natural, y se han colocado nuevas lágrimas de cristal por iniciativa de la Junta de Gobierno de la cofradía.

 

 
 

 

Por otra parte, Rafael Martín Hernández ha tallado una cruz plana para la imagen de Nuestro Padre Jesús con la Cruz a Cuestas, una imagen castellana del siglo XVII perteneciente a la Hermandad Penitencial de la Sagrada Pasión de Valladolid. La cruz se halla labrada en madera ligera de cedro de Canadá.

La pieza recrea un original concepto de cruz, con betas y nudos propios de costeros de madera cortados y envejecidos. Posee un innovador sistema de anclaje mecanizado de fijación al Cristo, que permite variar su inclinación. Además, la tuerca se oculta bajo una pieza que imita la forma y textura de la superficie lígnea.

 

 
     
     
Dolorosa. Estado final

 

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