Esta Virgen Dolorosa, con la advocación de Nuestra Señora del Mayor Dolor y Traspaso, es una talla en madera policromada expresamente realizada por el artista para una exposición individual cuya inauguración tendrá lugar en la próxima Semana Santa de 2016 y de la que pronto les ofreceremos más información.

Se trata de un bello candelero que sigue el lenguaje del barroco español. María se encuentra de pie, ataviada de un riguroso luto que ni los ricos encajes ni los brocados de oro consiguen aliviar. Frente a la muerte del Hijo, además del sentimiento de angustia se refleja cierta resignación en su aniñado semblante.

Resulta muy original la reinterpretación que Martínez Rodríguez, en alusión al título del simulacro, hace del corazón traspasado con una espada. Dicho símbolo, tallado y prendido en el pecho, tiene su origen en la profecía de Simeón que, a partir del siglo XIII, se convirtió en uno de los Dolores de la Virgen.