EL NUEVO MUSEO DE ARTE SACRO DE MÁLAGA
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(09/04/2007)
Unas trescientas piezas fechadas entre los siglos XVI y XX, algunas nunca expuestas al público, se muestran desde
el pasado 2 de abril en el nuevo Museo de Arte Sacro de Málaga, cuya sede se ubica en la
Abadía Cisterciense de Santa Ana, en el centro histórico de la capital malagueña.
«Dentro del espacio tradicional de la Abadía y con la satisfacción que sentimos, este museo es hoy una realidad. Este acuerdo garantiza que las obras permanezcan por siempre en Málaga», afirmó el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre.
Diez años después de que abriera sus puertas de manera provisional, en las dependencias de la sacristía, el
Museo de Arte Sacro de Málaga fue inaugurado oficialmente el pasado lunes, 2
de abril, después de realizar las obras de adaptación de la estructura existente para la reconstrucción del monasterio,
lo cual ha supuesto una inversión superior a los 1,1 millones de euros. Además del alcalde,
acudieron al acto la Madre Abadesa, Sor María Auxiliadora, y el Obispo de Málaga, Antonio Dorado Soto.
Uno de los atractivos del conjunto monumental de la abadía de Santa Ana lo constituye el que une su nombre al del escultor granadino Pedro de Mena, cuya vida permaneció ligada al Císter por varias razones.
La primera fue la vecindad, pues la cercana Calle de Afligidos alberga la casa-taller donde el escultor vivió, trabajó intensamente rodeado de sus colaboradores y discípulos y, finalmente, falleció. Además, en 1672 dos de sus hijas, Andrea y Claudia, y, años más tarde, una tercera, Juana Teresa, profesaron como monjas de la Orden del Císter.
La primera sala está dedicada fundamentalmente a exponer las piezas pictóricas de la abadía, ya que junto a las esculturas de la
Virgen Abadesa Entronizada y una Inmaculada (1676-1680) de Mena, se muestran pinturas como el
Santo Tomás de Aquino (1712-1813) de Antonio Palomino, una Verónica de la
Virgen (1575-1600) y la Virgen de la Rosa (1604-1607) de Segismundo Leire.
La segunda sala recorre la historia de la Orden del Císter, con una heterogénea muestra de pinturas y esculturas, además de elementos de metalistería y platería, así como una túnica dieciochesca del Cristo del Despedimiento y el terno del Cristo de la Pollinica realizado en 1658 por Sor Ana del Corazón de Jesús.
En este espacio se puede visitar la obra de arte de mayor antigüedad de la provincia de Málaga, titulada
Virgen de los Peligros y Buen Suceso, obra de transición románico-gótica del año 1230, aproximadamente, y remodelada en 1629.
Uno de los logros del nuevo Museo es haber recuperado para su exposición los bustos
Ecce Homo y Dolorosa (en la imagen) de Pedro de Mena, que el artista esculpió expresamente entre 1675 y 1676 para su capilla funeraria en la primitiva iglesia cisterciense.
La tercera sala está presidida por el grupo anónimo
Santa Ana y la Virgen Niña (1690-1720) y la talla de San Miguel Arcángel, realizada entre 1763 y 1771 por Fernando Ortiz, y acoge buena parte de la colección de escultura, junto a miniaturas de imaginería, fanales devocionales, retablos y doseles domésticos, cornucopias y Nacimientos.
En la cuarta y última sala se pueden ver el diminuto Niño Jesús de la
Espina, del siglo XVII y los demás Niños de Pasión pertenecientes a la abadía y otras piezas escultóricas de temática infantil como el
San Juanito atribuido a Jerónimo Gómez Hermosilla o el Niño Jesús de Cuna realizado por Pedro de Mena y Medrano.
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