NUEVOS BIENES DE INTERÉS CULTURAL EN MÁLAGA Y MARTOS (JAÉN)

24/10/2007


 

El Consejo de Gobierno ha aprobado la declaración como Bien de Interés Cultural, con la categoría de Monumento, la Casa-Palacio de Salinas, en Málaga, y la Fuente Nueva en Martos (Jaén).

La Casa-Palacio de Salinas, un inmueble representativo de la arquitectura civil barroca de los grandes propietarios, conserva buena parte de la organización espacial y de los elementos decorativos originales.

Situada en el número 6 de la céntrica Calle Salinas, fue construida probablemente en la segunda mitad del siglo XVII. En sus orígenes fue una gran residencia y posteriormente, durante el siglo XX, casa de vecinos, hasta su abandono en el año 1971. Entre los años 1990 y 1993 el edificio fue restaurado utilizando técnicas constructivas tradicionales y actualmente alberga oficinas y locales comerciales.

Pese a los cambios, el inmueble mantiene en gran medida su planta irregular, adaptada al antiguo trazado árabe de la ciudad y configurada en torno a un patio. Este espacio se conforma en sus cuatro lados por arcos de medio punto sobre columnas de mármol blanco con capiteles dóricos-toscanos. En la planta primera, la galería se cierra con balcones y en la segunda, con ventanas. El suelo del patio se ha restaurado, recuperando el enladrillado a sardinel y su dibujo en espiga. La escalera se sitúa en el ángulo suroeste del patio y consta de dos tramos, el principal de los cuales decora su techo con molduras geométricas y una piña de hojarasca en el centro.

El elemento más destacado de la Casa Salinas es la torre, que según el protocolo de venta de 1801 perteneció a una antigua mezquita medieval, aunque otras fuentes la identifican con los miradores de las casas-palacios del siglo XVI. Cubierta con techo de tejas a cuatro aguas y situada en la esquina noroeste de la fachada, sobresale dos plantas por encima del edificio y ofrece un aspecto macizo, con la única decoración de un friso pintado con motivos geométricos bajo las cornisas.

La fachada del edifico se caracteriza por la sencillez y sobriedad compositiva propia de las edificaciones nobles del Barroco español del siglo XVII. En su planta baja destaca la entrada principal, con dinteles de sillares de piedra arenisca y cornisa del mismo material. La declaración como Bien de Interés Cultural incluye la delimitación de una zona de protección en torno al monumento, que afecta a inmuebles contiguos y parcelas medianeras de las calles Strachan, Salinas y Marqués de Larios.

Respecto a la Fuente Nueva de Martos, fue construida a finales del siglo XVI en estilo renacentista-manierista. Se trata de una de las obras maestras del arquitecto y escultor Francisco del Castillo, popularmente conocido como El Mozo, levantada en piedra caliza con sillares almohadillados y biselados, que estuvo originariamente adosada a un muro de la Plaza de San Francisco o de la Fuente Nueva. En el año 1974 se colocó, exenta, en la parte sureste del Parque Manuel Carrasco.

El monumento está inspirado en el estilo del arquitecto italiano Vignola, exponente del tránsito del Renacimiento al Barroco, a quien El Mozo conoció durante sus años de formación. De este modo, vignolesca es la solución dada a la unión de los tres cuerpos de que consta la fuente, pues al ser más alto el central se decora el vacío dejado con una voluta en cada uno de sus lados.

La verticalidad del cuerpo central se acentúa a través de un remate superior en forma de frontón triangular y con diversos elementos de ornamentación propagandística del poder monárquico de la época, como el águila imperial, las bandas Plus Ultra, las columnas del dios Hércules y el escudo de la Casa de los Austrias. Estos motivos, junto a una cartela con inscripción, se enmarcan en un gran arco central de medio punto. También se aprecian varias figuras de león, uno de los recursos manieristas más utilizados, así como una cabeza de macho cabrío.

Los dos cuerpos laterales presentan recuadros almohadillados sobre los que se ubican los escudos de Martos, a la izquierda, y del gobernador de la Orden de Calatrava, a la derecha. Las esquinas se rematan con hiladas de sillares rectangulares y cuadrados y pináculos dispuestos de forma alterna.

Finalmente, el cuerpo horizontal o abrevadero presenta dos pilas escalonadas: una pequeña, de forma rectangular, y otra, a continuación, con balaustres planos en su exterior.

 

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