BANKSY. THE ART OF PROTEST

24/05/2019


 

 

El controvertido artista británico Banksy llega al centro de cultura contemporánea de la Diputación de Málaga, La Térmica, con BANKSY. The Art of Protest, una exposición compuesta por más de 40 obras procedentes de coleccionistas privados que invitará al visitante a introducirse en universo de este personaje considerado uno de los mayores exponentes del arte contemporáneo del mundo.

Banksy es uno de los artistas más controvertidos y conocidos del panorama contemporáneo y su figura está envuelta en un halo de misterio que, por elección y por necesidad, se perpetúa estableciendo los rasgos de un mito de nuestro tiempo: ambiguo pero profundamente arraigado en la realidad urbana de todo el mundo, comunica con un lenguaje simple e irónico los problemas, las contradicciones y los grandes temas de la realidad actual, invitándonos a reflexionar sobre ellos y a plantarles cara.

Las salas 008, 014 y 017 de La Térmica (Avenida de Los Guindos, 48) acogen desde ayer 24 de mayo hasta el próximo 15 de septiembre sus obras originales basadas en esculturas, instalaciones, videos, fotografías y serigrafías, siendo algunas de ellas la primera vez que puedan verse en España.

BANKSY. The Art of Protest, comisariada por Alexander Nachkebiya, es una instalación audiovisual envolvente especialmente creada para esta muestra en Málaga, desvelando pistas sobre el misterioso artista, destacando sus piezas más importantes y enmarcando su insólita trayectoria no exenta de polémica.

Entre las obras se encuentra la serigrafía original de "Girl with Balloon" (imagen superior), similar a la que se autodestruyó en Sotheby's de Londres. También incluye "Precision bombing" (imagen inferior), una pieza bastante conocida que muestra a unas personas junto a un coche a través del objetivo de un arma; o "Kate Moss" (pie de imagen), una serie de retratos de la modelo que evoca al que hiciera Warhol a Marilyn.

BANKSY. The Art of Protest es una producción de IQ Art Management y Sold Out, también responsables de la exitosa muestra "BANKSY. Genius or Vandal?" (ver enlace) visitada por más de 600.000 personas en Moscú, San Petersburgo y Madrid. BANKSY.

Esta muestra, como todas las dedicadas a Banksy anteriormente, no está autorizada por el artista, que busca defender su anonimato y su independencia del sistema. El horario de visita será de martes a domingo de 11:00 a 22:00 horas, siendo el último pase una hora antes del cierre. Los lunes, excepto festivos, permanecerá cerrada.

 

 

Los temas que Banksy aborda con sus personajes provocadores e irreverentes son la sátira, la política, la cultura, la ética y la guerra. Para lanzar sus mensajes utiliza siempre como vehículo todo un muestrario de personajes recurrentes como monos, ratas, policías, niños y miembros de la familia real que plasma a través de la técnica del esténcil; una técnica que inicialmente adoptó porque le permitía actuar rápidamente y evitar ser sorprendido por la policía. Con el tiempo y con esta técnica del esténcil ha conseguido crear un lenguaje simple, inmediatamente reconocible e infinitamente reproducible.

Su protesta visual, que llega a un vastísimo público heterogéneo, le ha convertido en uno de los artistas más conocidos y preferidos de las generaciones más jóvenes. Si el arte es una síntesis de forma y contenido, para Banksy lo que realmente cuenta es lo segundo: sus obras son mensajes.

Su arte se deriva de los denominados "writers" que a principios de la década de 1970 aparecieron en la escena de Nueva York. Estos "writers" o grafiteros procedían del barrio negro de Harlem, de la comunidad portorriqueña que habitaba el Bronx y de la pequeña ciudad italiana del Lower East Village, y siempre se mantuvieron en grupos, formando una especie de "escuelas" que, en definitiva, no eran más que una derivación artística de aquellas "pandillas callejeras" de la década de 1950.

Históricamente fue un arte duro, siempre a la contra, ilegal por vocación y tendente a la uniformidad del estilo como señal de pertenencia identitaria. El vínculo de Banksy con aquellos grafiteros radica en su fuerte sentimiento de pertenencia comunitaria, su postura provocadora, la idea de que las obras deberían completarse en una unidad de espacio y tiempo y el impulso contracultural:

 

"Amo el grafiti. Amo esta palabra. Para mí, grafiti es sinónimo de maravilla. En comparación, cualquier otro género artístico supone, sin duda alguna, un paso atrás. Si trabajas fuera de este ámbito, trabajas a un nivel inferior. El otro arte tiene menos que ofrecer, tiene menos significado y es más débil."

 

La vocación rebelde de los "writers", artistas autodidactas, se ha ido perdiendo con el transcurso de las décadas: los artistas callejeros de hoy en día son jóvenes que han estudiado, proceden de academias y escuelas de arte, y sus obras denotan a menudo una técnica pictórica extraordinaria, parecida a las obras sobre lienzos; es decir, el sentimiento de protesta se ha ido edulcorando. Por ello, uno de los méritos de Banksy es el de haberlo recuperado en el contenido y los mensajes de su obra.

Además de la influencia de la cultura del grafiti y el hip hop, en su obra se detecta la vocación antagonista y underground del punk, con su connotación antiintelectual y subcultural que tiene como punto de referencia un mundo de "minor players" y "beautiful losers" ("the history is not made by great men", entonaba el grupo de punk Gang of Four). El movimiento dio vida a códigos de protesta visuales que tuvieron un impacto planetario. La herencia visual del punk es enorme y sus códigos gráficos simbolizan lucha y resistencia, a lo que se suma un complejo vocabulario visual subcultural y profundamente antiautoritario con el que Banksy se entremezcla.

 

 

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