Durante más de sesenta años, Henri Matisse produjo una obra que revolucionó la mirada moderna y que lo situó entre los artistas más destacados del siglo XX. Matisse expresa su arte a través de una gran variedad de técnicas en las que profundiza incansablemente: pintura, dibujo, escultura, libros ilustrados... hasta su singular invento de papeles recortados que realizó al final de su vida con gran repercusión artística.

A sus casi ochenta años de edad, animado por una renovada fe en el trabajo que le quedaba por realizar, Henri Matisse escribe una carta en 1947 a su viejo amigo André Rouveyre en la que le comenta lo siguiente:

"Tengo varios cuadros en marcha... Siento la curiosidad que suscita un nuevo país. Nunca antes sentí tan viva la expresión del color hasta ahora que se han abierto para mí las puertas del templo".

Retomando las palabras del pintor para enfatizar la dimensión experimental que recorre su obra de lado a lado, la exposición Matisse. Un país nuevo, que acoge desde hoy 6 de marzo el Centro Pompidou Málaga (El Cubo, Pasaje Doctor Carrillo Casaux s/n), invita al público asistente a seguir, a través de seis secuencias cronológicas, la trayectoria de un artista único que marcó profundamente el siglo XX. La muestra podrá visitarse hasta el próximo 9 de junio de 2019 en horario de 09:30 a 20:00 horas (martes cerrado).

Para Matisse, la importancia de un artista se medía de acuerdo a la cantidad de nuevos signos que introduce en el lenguaje plástico. El pintor produjo una obra destinada a sorprender la mirada moderna: desde sus inicios hacia 1900, a la sombra de los maestros, pasando por su recorrido solitario y radical de los años 1904-1917 y la "comedia del modelo" (Louis Aragon), la "época de luz" de sus años en Niza, hasta sus últimos trabajos para los interiores de la Capilla del Rosario en Vence. Una carrera artística salpicada de obras maestras, unos nuevos signos a los que Matisse aspiraba y que ahora se han vuelto universales.

Mediante estos nuevos signos plásticos de los que hablaba el artista, la obra se expresa a través de una variedad de técnicas en las que Matisse profundiza incansablemente: pintura, dibujo, escultura... hasta su singular invento de papeles gouacheados y recortados que realizó al final de su vida con gran repercusión artística.

Partiendo de las obras maestras que forman parte de la colección permanente del Centro Pompidou, Matisse. Un país nuevo destaca en su sede malagueña la pluralidad de experiencias y la singularidad de la trayectoria artística de un maestro moderno cuyo radicalismo sigue sorprendiendo. Este "nuevo país" al que hace referencia su título testimonia una existencia vivida no en la serenidad que su arte de equilibrio y claridad prometía, sino en auténticas luchas en las que el artista finalmente encontró su acorde más íntimo: un acorde, en el sentido musical del término, una imagen que Matisse solía tomar prestada para hablar de su arte.