El Museo de Patrimonio Nacional se llamará Galería de las Colecciones Reales. Patrimonio Nacional la abrirá al público en verano de 2023 con una exposición inaugural de 650 piezas. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y la presidenta de la institución, Ana de la Cueva, lo han confirmado este viernes al término de una reunión extraordinaria del Consejo de Administración de Patrimonio Nacional.

Se sustituye el concepto de "museo" por "galería", más cercano a la arquitectura del edificio por sus inmensas naves interiores y por su panorámica hacia un paisaje icónico de Madrid. El concepto de galería también se entiende como una ventana a los Reales Sitios y Reales Patronatos. Asimismo, se mantiene el descriptivo Colecciones Reales para apuntalar una marca, conocida desde hace 25 años, que define perfectamente el contenido de la exhibición. El estudio de las propuestas para el cambio de denominación se ha llevado a cabo con el asesoramiento del poeta y nombrador Fernando Beltrán, creador de "El nombre de las cosas".

La parálisis provocada por la pandemia se ha resuelto con un cronograma que finaliza en el verano de 2023. Los almacenes están en funcionamiento; en las salas ya descansan piezas de grandes dimensiones; continúan los trabajos de restauración y ya está en marcha y avanzado el montaje de los elementos museográficos.

Como hemos dicho, la exposición inaugural constará de 650 piezas. Esta primera selección es un punto de partida. El discurso estará en permanente transformación. La mayor parte de las piezas que formarán parte de la exposición permanente llegan desde el Palacio Real de Madrid y de los almacenes. Las piezas en rotación procedentes de otros Reales Sitios y Reales Patronatos permanecerán en la Galería entre uno y tres años.

El origen del Museo de Patrimonio Nacional se remonta al Gobierno de Manuel Azaña en la II República. La voluntad era crear un museo cerca del palacio. Se expondrían fondos de almacenes y colecciones sin cabida en los salones visitables. El Decreto del Museo de Armas y Tapices se publicó en la Gaceta de Madrid el 6 de mayo de 1936. El proyecto se frustró dos meses después por la Guerra Civil.

Tras varios intentos entre 1950 y 1980, la idea se retomó en 1998 con el acuerdo de la Comisión Delegada para Asuntos Culturales del Gobierno. La redacción se adjudicó en 2002 a Mansilla y Tuñón Arquitectos. Desde diciembre de 2006 las obras se han ejecutado en cuatro fases: excavación y contención de tierras, desarrollo de la estructura, recubrimiento de fachadas, y acabados e instalaciones. En las primeras fases de los trabajos aparecen restos de la muralla de Madrid del siglo IX. El alcance de los restos encontrados marcará la ejecución de la obra. Una sala en el recorrido de la Galería de las Colecciones Reales permitirá mostrar estos restos y entender los orígenes y evolución de esta parte de la ciudad hasta nuestros días.

El edificio se recepciona finalmente en 2015. En mayo de 2021 se culmina el principal acceso desde la gran cornisa de Madrid, en el extremo de la explanada entre el Palacio y la Catedral. La verja histórica retirada con motivo de las obras se ha vuelto a instalar, pero reacondicionada. El resultado es un emblemático mirador al Campo del Moro que facilita la ordenación y distribución del público.

Un convenio entre Patrimonio Nacional y el Ayuntamiento de Madrid, suscrito también en 2021, prevé distintas actuaciones para conectar peatonalmente la Plaza de España y Madrid-Río, a través del Campo del Moro, y para facilitar la llegada y del turismo de grupos. Finalmente, en verano de 2023 la Galería de las Colecciones Reales abrirá al público con una exposición inaugural de 650 piezas.

El edificio de la Galería de las Colecciones Reales se basa en cuatro principios elementales: su voluntad por evocar el Palacio Real de Madrid a través de sus elementos estructurales, su capacidad de integración en el paisaje de la cornisa al Campo del Moro, su respeto hacia el carácter público y abierto de la plaza de La Almudena, y su diseño pensado para lograr el máximo ahorro de energía posible.

El inmueble tiene una superficie útil de más de 40.000 m2, distribuidos en siete pisos. Se desarrolla desde la plaza de La Almudena hacia abajo, continuando el basamento del Palacio Real. Sus tres salas expositivas son enormes naves diáfanas de 103 metros de longitud por 16 metros de ancho, generadas por una sucesión de pórticos de hormigón. La planta 1 está flanqueada por los restos arqueológicos localizados en la excavación previa a la construcción de la Galería. Se incluyen vestigios de la muralla árabe y de diversos momentos históricos de la ciudad. La Galería cuenta con dos accesos: por la plaza de La Almudena, al nivel del Palacio Real, y por la Cuesta de la Vega, en la cota más alta de los jardines del Campo del Moro. Un ascensor resolverá el desnivel entre la Cuesta de la Vega y la planta 3, de acuerdo con los estándares de accesibilidad. Además, la Galería también cuenta con una comunicación interna con la Real Armería.

Otros espacios fundamentales son la sala de recepción de obras de arte, seis grandes almacenes, despachos, espacios destinados a salas técnicas de instalaciones. Un espacio especialmente diseñado para acoger los talleres didácticos pondrá en valor el compromiso de Patrimonio Nacional con la educación, la sensibilización y el ocio de calidad. También alberga un área de acogida de más de 1.800 m2, una cafetería y sala de lactancia.

Los almacenes contarán con su propio plan de visitas guiadas. Son punteros en su género dentro del panorama museístico actual. Se caracterizan por el alto rendimiento del espacio, mediante compactos automáticos de gran capacidad, como los de textiles de gran formato. El mobiliario ha sido diseñado a medida para aprovechar los huecos entre los pilares del propio edificio. Ya están en funcionamiento, con secciones zonificadas por tipo de colección, y con elementos auxiliares que cumplen todos los estándares de conservación preventiva. 

La exposición inaugural estará formada por piezas datadas entre los siglos XV y XX, con la excepción del tesoro visigodo de Guarrazar, que pertenece a la segunda mitad del siglo VII. La mayoría de las colecciones son de producción europea, si bien también hay manufactura asiática y americana.

Las columnas salomónicas de la Iglesia del Real Hospital de la Virgen de Montserrat y la Carroza Negra de Mariana de Austria son algunos de los bienes ya trasladados al interior de la Galería de las Colecciones Reales. En paralelo continúa la restauración de las obras que conformarán la muestra de apertura, como la talla del Arcángel San Miguel venciendo al demonio (imagern superior, 1692) realizada por Luisa Roldán.

El Arcángel San Miguel venciendo al demonio, talla con policromía y estofado (264 x 137 x 170 cm) se considera una de las grandes piezas de la escultura sacra de las colecciones españolas. Presenta al arcángel San Miguel aplastando con su pie izquierdo al demonio para mantenerlo a raya. Destaca el aire delicado de las facciones del arcángel, que algunos comparan con los rasgos de la propia escultora. Esta obra catapultó la carrera de Luisa Roldán, ya que fue nombrada escultora de cámara de Carlos II en 1692, convirtiéndose así en la primera mujer que obtuvo ese reconocimiento en la profesión. Con su maestría, sensibilidad y una gran dosis de creatividad, la artista logró colocarse entre las personalidades de la escultura más famosas del Barroco en España.