OLGA PICASSO

26/06/2019


 

 
 

Olga Khokhlova con un abanico sentada en un sillón

Atribuida a Émile Delétang
1918
Fotografía
© Photo Béatrice Hatala

 

La exposición Olga Picasso que se presenta en CaixaForum Madrid explora en profundidad y por primera vez los años que Picasso y Olga Khokhlova compartieron como pareja, desde que se conocieron en 1917 hasta su separación a mediados de los años treinta. A partir de una importante selección de documentos personales, algunos de ellos inéditos, la muestra se propone redescubrir el "período Olga" y las obras que lo integran, teniendo en cuenta también el contexto personal y vital en el que se crearon, y demostrar la distancia que en ocasiones separa a la modelo de su imagen plasmada en la obra del pintor.

El origen del proyecto es un baúl de viaje de Olga, presente en la exposición. Fue redescubierto per Bernard Ruiz-Picasso, nieto de Pablo y Olga y uno de los comisarios de la exposición. El baúl, marcado con las iniciales O.P., se conservaba en una habitación vacía de la mansión de Boisgeloup que el único hijo de la pareja, Paulo, heredó al morir Olga. En él, se guardaban las cartas y fotografías de la bailarina que han permitido reconstruir una historia personal y artística que transcurre paralela a otra historia política y social. "En algunos de sus cajones había, entre otras cosas, fotografías conservadas dentro de sus sobres Kodak. Unas fotografías que contaban la historia de la vida de mi abuela: Olga con Picasso, Olga con mi padre, la infancia de mi padre, los viajes a Barcelona y a Montecarlo, el estudio de escultura de Boisgeloup, etc. En otros cajones había cartas en francés y en ruso, atadas con cintas finas de seda rosa y azul. También había zapatillas de danza, tutús, un crucifijo, una Biblia ortodoxa en ruso, efemérides y programas de ballet", recuerda el nieto de la pareja.

Todo este material fue el germen de la investigación que fructificó en la primera parada de la exposición en París, en 2017, cuando se cumplía el centenario de la fecha en que se conoció la pareja, y que después pasó por Moscú y Málaga. Olga Picasso ha sido posible gracias a la colaboración de cuatro instituciones artísticas internacionales. La exposición que ahora aterriza en CaixaForum Madrid ha sido organizada por el Musée national Picasso-Paris y la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso para el Arte, con la colaboración de "la Caixa", el Museo Estatal de Artes Plásticas A. S. Pushkin de Moscú y el Museo Picasso Málaga.

Esta es la primera exposición centrada en el "período Olga" de Pablo Picasso. La documentación y los objetos personales de Olga Khokhlova han permitido trazar un recorrido en el que se entrecruzan la evolución artística de Picasso en los años compartidos con Olga, en los que ella es su modelo central, y la del periplo vital de la pareja, en el que son protagonistas el amor y el desamor; así como la maternidad y el sufrimiento de Olga por la delicada situación que vivía su familia en Rusia.

Los comisarios de la exposición Olga Picasso, que podrá verse hasta el próximo 22 de septiembre de 2019 en CaixaForum Madrid (Paseo del Prado, 36. Horario: lunes a domingo, de 10:00 a 20:00 horas), son Emilia Philippot, conservadora de Pinturas y Dibujos del Musée national Picasso-Paris; Joachim Pissarro, profesor de Historia del Arte y director del Hunter College Art Galleries de la City University of New York, y Bernard Ruiz-Picasso, copresidente de la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso para el Arte.

 

 
 

Retrato de Olga en un sillón

Pablo Picasso
1918
Musée national Picasso-Paris
© RMN-Grand Palais / Mathieu Rabeau. © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP: Madrid, 2019

 

Hija de un coronel de la armada imperial rusa, Olga Khokhlova (Nezhin, Ucrania, 1891 - Cannes, Francia, 1955) se incorporó en 1911 a los Ballets Rusos, una prestigiosa e innovadora compañía de danza dirigida por Serguéi Diáguilev. Picasso empezó a colaborar con la compañía realizando los decorados y el vestuario del ballet Parade, con música de Erik Satie. "Yo soy Olga Khokhlova, la sobrina del zar." Estas fueron las palabras que pronunció la bailarina ucraniana cuando, en 1917, en los camerinos de un teatro, Jean Cocteau le presentó a Pablo Picasso durante una de las representaciones de los Ballets Rusos de Diáguilev en Roma.

Parece ser que Picasso se enamoró de forma inmediata de la bailarina ucraniana. Él tenía 36 años y ella 27. Olga se convirtió en la figura femenina más representada por el pintor desde finales de los años 1910, ocupando un lugar preeminente sobre todo a principios de la década de los años veinte. La pareja se casó el 12 de julio de 1918 en París, con Jean Cocteau, Max Jacob y Guillaume Apollinaire como testigos.

En los primeros tiempos de su relación, la musa y modelo Olga aparece en las pinturas de Picasso habitualmente con aspecto melancólico y frío, en una serie de obras, de línea fina y elegante, que forman parte del retorno del pintor al clasicismo y la figuración, marcado por la influencia de Ingres. Picasso representa a Olga leyendo, escribiendo, en actitud melancólica, inmersa en sí misma, mientras que en las fotografías aparece más alegre. A su vez, las cartas del momento revelan el drama personal de Olga por la separación de su familia, que estaba atravesando dificultades desde el estallido de la Revolución Rusa.

Correspondiente a este primer momento, Olga Picasso permite observar el proceso de trabajo de Picasso en pinturas como "Retrato de Olga en un sillón" (1918), una obra con el fondo inacabado que puede compararse con una fotografía atribuida a Émile Delétang con la misma pose y el mismo ropaje espectacular.

Tras el nacimiento de su primer hijo, Paulo, el 4 de febrero de 1921, Olga y el niño serán la inspiración de numerosas escenas de maternidad en obras como "Maternidad" (1921) o "Familia al borde del mar" (1922), plasmadas con ternura y serenidad, que ponen de manifiesto el nuevo interés de Picasso por la Antigüedad y el Renacimiento. El pequeño Paulo es el orgullo de Picasso, y con sus dulces retratos del niño disfrazado de Arlequín o de Pierrot, el artista retoma los personajes de la Commedia dell’Arte con los que él mismo se identificó en su juventud, durante el período rosa. En otro retrato decide representar a su hijo dibujando, quizás intentando recuperar las sensaciones que él también sintió de niño como hijo de pintor. 

 

 
 

Maternité (Maternidad)

Pablo Picasso
1921
Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso para el Arte, Madrid
© FABA Photo: Éric Baudouin © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP: Madrid, 2019

 

La figura de Olga se transforma, sin embargo, después del encuentro de Picasso con MarieThérèse Walter en 1927, una joven de tan solo 17 años de edad que se convertirá en su amante. Picasso empieza a representar a Olga de manera deformada e incluso violenta, no solamente por la crisis matrimonial y los celos de la esposa, que conocía la infidelidad del pintor, sino también por la influencia del movimiento surrealista. En una obra maestra como "Gran desnudo en sillón rojo" (1929), el cuerpo femenino es tan solo dolor, y dos años más tarde, el óleo "El beso", más que un beso se asemeja a una relación caníbal.

A principios de los años 30, Picasso se identifica en su obra como un minotauro para simbolizar la complejidad de sus relaciones con las mujeres. Como explica la comisaria Philippot, "el minotauro picassiano es salvaje y cruel, y asume su destino trágico, pero también se representa ciego, víctima del embrujo de Marie-Thérèse Walter". Su turbulenta experiencia conyugal se expresa también mediante crucifixiones y corridas de toros. Una de las obras más emblemáticas de este período, pero muy desconocida, es "La crucifixión" (1932).

Los cónyuges se separaron en 1935, hecho que se precipitó debido al nacimiento de Maya, la hija de Picasso con Marie-Thérèse. Las dos últimas representaciones de Olga son de 1936, y en ellas Picasso pinta a su aún esposa como una mujer que mira su imagen en un espejo negro. Legalmente, la pareja siguió casada hasta la muerte de Olga en 1955. Ella, sumida en la soledad y el dolor, no dejó de escribirle casi diariamente.

Con motivo de Olga Picasso, se ha editado una publicación en español. Los textos de los comisarios Bernard Ruiz-Picasso, Joachim Pissarro y Emilia Philippot se acompañan de otros de Émilie Bouvard, Thomas Chaineux, Caroline Eliacheff, José Lebrero y Charles Stuckey. Sus 312 páginas están profusamente ilustradas con muchas de las obras, fotografías y documentos presentes en la muestra.

A partir de la exposición, y como viene siendo habitual, también se despliega un programa de actividades para todos los públicos: visitas comentadas para el público general y grupos, cafés tertulia y visitas para público escolar y familias. Además, se ha situado el espacio familiar y educativo "Un ballet de vanguardia", en el que las familias podrán fusionar el mundo de la bailarina Olga Picasso con la pintura vanguardista de Picasso.

 

 
 

Paulo vestido de arlequín

Pablo Picasso
1924
Musée national Picasso-Paris
©RMN-Grand Palais / Adrien Didierjean. © Sucesión Pablo Picasso, VEGAP: Madrid, 2019

 

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