REMBRANDT. OBRA GRÁFICA

29/04/2018


 

 

Rembrandt van Rijn, maestro neerlandés del barroco, creó unas 300 pinturas, unos 2.000 dibujos y grabó alrededor de 300 láminas desde 1628 hasta 1665 que alcanzaron una gran reputación en su época, llegando a ser más conocido por su obra gráfica que por sus pinturas o dibujos. En sus grabados trató la misma variedad de asuntos que en su pintura, destacando los retratos, autorretratos, escenas de género o paisajes y, sobre todos, los temas bíblicos, incidiendo en las historias de los patriarcas Abraham, Jacob y José, y en la vida y pasión de Cristo. La obra gráfica de Rembrandt sorprende por su dominio y libertad técnica.

En nuestro país, la Biblioteca Nacional de España (BNE) posee un magnífico conjunto de estampas de este genial artista, estudiadas con motivo del IV centenario del nacimiento de Rembrandt y publicadas en el catálogo de la muestra Rembrandt: la luz de la sombra (2005-2006). A él, ahora, se unen las desconocidas estampas del Museo Lázaro Galdiano reunidas por el coleccionista en los primeros años del siglo XX.

Clement de Jonghe (1624-1677), impresor y amigo, fue el primero en poseer las láminas de Rembrandt, dispersas desde que el artista se viera obligado a vender su taller de estampación por las dificultades económicas. De él pasaron al marchante y coleccionista Pieter de Haan (1723-1766) hasta llegar al grabador francés Claude H. Watelet (1718-1786), coleccionista y gran admirador de la obra de Rembrandt. Las estampas editadas en este periodo son excelentes y algunas de ellas están presentes en la muestra Rembrandt. Obra gráfica, caso de Abraham e Isaac, Jacob acariciando a Benjamín, Jacob y Laban, Jesús y la samaritana, Cristo en la cruz, Músicos ambulantes, el Retrato de la madre de Rembrandt o el célebre Descendimiento de Cristo estampado por Justus Danckerts (1635-1701) en los últimos años del siglo XVII.

De Watelet las láminas llegaron a poder del grabador Pierre-François Basan (1723-1797) y de él a su hijo Henri Louis. Algunas de estas estampaciones, conocidas como "impresiones Basan", pueden verse en esta exposición del Museo Lázaro Galdiano, como La Sagrada Familia, Circuncisión en el establo, El tributo de la moneda, La resurrección de Lázaro, Autorretrato o El artista y la modelo. Posteriormente, las láminas pasaron al editor August Jean y al grabador Auguste Bernard que realizaron nuevas impresiones y, en 1906, al coleccionista Alvin-Beaumont, que conmemoró el III Centenario del nacimiento de Rembrandt con varias ediciones.

El estudio de las estampas de la Colección Lázaro, y de otras colecciones, es complejo porque la mayoría de propietarios de las láminas, debido al éxito de las estampas que aún pervive hoy, realizaron durante más de dos siglos modificaciones en las láminas originales que se iban superponiendo unas sobre otras. Este hecho hace difícil precisar la fecha de edición. La comisaria Carmen Espinosa señala que del conjunto reunido por José Lázaro sólo la estampa El artista y la modelo es conocida pues participó en la muestra Rembrandt en la memoria de Goya y Picasso (Madrid / Valencia, 1999), el resto ha permanecido inédito hasta ahora.

Con la muestra Rembrandt. Obra gráfica, el Museo Lázaro Galdiano saca a la luz por primera vez las estampas de Rembrandt van Rijn, "el gran maestro de la Edad de Oro Holandesa", quien combinó su delicada habilidad con la energía de su trazo, haciendo del claroscuro y del retrato su señas de identidad. La muestra estará abierta al público hasta el próximo 3 de junio en la sala 6 del Museo Lázaro Galdiano (Calle Serrano 122, Madrid).

 

 

La exposición Rembrandt. Obra gráfica que puede verse de martes a sábado en horario de 10:00 a 16:30 horas (los domingos hasta las 15:00 horas), se encuentra dividida en cuatro unidades temáticas:

 

Temas bíblicos
La Biblia fue una fuente de inspiración para Rembrandt. Grabó en torno a 80 láminas interpretando las escenas bíblicas de manera personal, intemporal, renovando la iconografía de los textos sagrados pero respetando fielmente la historia. Sorprende el elevado número de representaciones bíblicas teniendo en cuenta la influencia de la teología calvinista en los Países Bajos. Rembrandt fue religiosamente independiente toda su vida y, posiblemente, heredó una profunda espiritualidad de su madre, a quien a menudo representó con la Biblia entre las manos. Los rostros, las expresiones, las miradas y los gestos de los personajes históricos son naturales, cercanos; sólo las vestimentas orientales ricamente bordadas, los turbantes o los accesorios curiosos nos acercan a los tiempos bíblicos.

Autorretratos y retratos de familia
Ningún pintor se retrató tanto durante toda su vida como Rembrandt. Se conocen 32 autorretratos, la mayoría realizados en los primeros años como grabador cuando aún vivía en su Leiden natal. Son de pequeño tamaño y retratan expresiones faciales, estados de ánimo y emociones. En 1631, ya como un afamado artista, se trasladó a Ámsterdam y plasmó su éxito retratándose como un noble que mira y desafía al espectador. El cariño que sentía hacia sus padres y esposa se percibe en los retratos de su madre y de Saskia.

Retratos
Rembrandt es el mejor grabador de retratos de la historia. Realizó unos 20 entre 1633 y 1664 encargados por sus amigos y conocidos, todos ellos de gran expresividad, penetración psicológica y sobriedad, alejados del barroquismo imperante en toda Europa.

Escenas de género
Unas 50 estampas realizó Rembrandt de la vida cotidiana que reflejan su interés por los personajes callejeros, músicos ambulantes, charlatanes... Están realizadas en los primeros años de su actividad como grabador y son, generalmente, de pequeño tamaño y en muchas ocasiones representan a un único personaje. En algunas de ellas la acción tiene lugar en la oscuridad de la noche, algo habitual en los artistas holandeses. 

 

 

Las técnicas e instrumentos de grabado empleadas por Rembrandt, cuyo resultado podemos admirar en las obras expuestas en la muestra Rembrandt. Obra gráfica, son las siguientes:

 

Aguafuerte
Consiste en dibujar con una punta metálica -punta seca- sobre la capa de barniz que recubre una lámina de cobre. Una vez terminado el dibujo, la lámina se introduce en un baño de ácido, compuesto por vinagre, sal de amoniaco, sal común y cardenillo, que morderá, corroerá, únicamente los trazos abiertos por la punta de metal. El tiempo que la lámina esté expuesta al ácido provocará una mayor o menor intensidad del trazo.

Aguada de tinta
Se consigue mezclando en distintas cantidades agua o alcohol con tinta. Se aplica con pincel después de la estampación.

Punta seca
Instrumento parecido a un lápiz con punta de metal afilado (también puede tener una punta de diamante).

Buril
Pequeña barra de acero, de sección prismática y cortada a bisel, que va montada sobre una empuñadura de madera.

Estampación
La finalidad de la lámina grabada es la estampación, proceso por el que la imagen pasa al papel. Para ello, se introduce la tinta en los trazos con la ayuda de una almohadilla de cuero o hatillo de trapo -muñequilla- y se limpia la superficie de la lámina con una tela fina de algodón de hilos espaciados -tarlatana-. Se estampa por medio de una prensa, llamada tórculo. La presión hace que la tinta pase de la lámina de cobre al papel.

 

 

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