Ya ha concluido la restauración del retablo mayor de la iglesia de San Antonio de los Alemanes en Madrid, junto con la mesa de altar y el sagrario ubicados frente al retablo.

La intervención, impulsada por el Instituto del Patrimonio Cultural de España (IPCE), ha contado con un presupuesto de 43.808,05 euros y su plazo de ejecución ha sido de cinco meses.

La empresa Altramentum, Conservación y Restauración de Obras de Arte, ha sido la adjudicataria de este proyecto, y los miembros de su equipo lo han llevado a cabo bajo la dirección técnica de Marta Fernández de Córdoba García-Loygorri, restauradora de escultura del IPCE.

Esta obra constituye un conjunto de estilo neoclásico, realizado durante una reforma del siglo XVIII en el templo por Manuel Fernández. Data de 1765, época del monarca Carlos III.

El retablo alberga una escultura barroca de San Antonio de Padua con el Niño, obra del escultor Manuel Pereira, ubicada bajo un esbelto baldaquino que sostiene una cúpula de cuarto de esfera profusamente decorada por una gloria de ángeles, realizada por Francisco Gutiérrez.

La iglesia, ejemplar del barroco madrileño, tiene planta elíptica y su interior está profusamente decorado al fresco con escenas religiosas por pintores como Juan Carreño de Miranda, Francisco Ricci y Lucas Jordán.

El tratamiento aplicado ha tenido como objetivo frenar el avance de la degradación y lograr una estabilidad química y estructural. Debido a la diversidad de materiales, se ha partido de un profundo estudio previo de cada uno de ellos para determinar la actuación más adecuada a cada caso.

Metales, mármol, madera o pintura mural han sido tratados en todo momento de acuerdo con los principios de mínima intervención, reversibilidad y estabilidad de los productos, compatibles con la obra sin alterar sus características físicas o estéticas.

La restauración ha consistido, principalmente, en la consolidación y fijación de todos los elementos que forman el retablo; limpieza y reintegración de los diferentes materiales que lo componen, como la madera, el mármol, el metal o los estucos, y protección de toda su superficie.

También se ha documentado gráfica y fotográficamente el proceso de todos los trabajos realizados por la empresa Altramentum y han sido colocados en la iglesia paneles explicativos de la intervención.