La gran retrospectiva dedicada a Salvador Dalí podrá verse en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid a partir del 27 de abril y hasta el 2 de septiembre de 2013. Recientemente clausurada en el Centre Pompidou de París, ha recibido más de 750.000 visitantes en cuatro meses (del 21 de noviembre al 25 de marzo de 2013) y ha obtenido el premio Globo de Cristal que otorga la prensa francesa y el premio ACCA de la Crítica de Arte en la categoría de Promoción del arte catalán en el extranjero.

Los comisarios son Montse Aguer, directora del Centro de Estudios Dalinianos de la Fundación Dalí, Jean-Michel Bouhours, conservador del Museo Nacional de Arte Moderno/Centro de Creación Industrial de París, y Thierry Dufrêne, profesor de historia del arte contemporáneo en la Universidad París Oeste Nanterre, con Jean-Hubert Martin como comisario general, ex-director del Museo Nacional de Arte Moderno de París.

Se exponen más de 200 piezas entre pintura, escultura y dibujos; también se presenta a un Salvador Dalí pionero de la performance y el happening, autor de obras efímeras, y se muestran los resultados de su participación en el mundo de la fotografía, el teatro y el cine. Se trata de una selección de obra de primer orden entre las colecciones de la Fundación Dalí, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid y el Museo Dalí de Florida, los tres organizadores de la gran retrospectiva junto con el Centro Pompidou.

Las obras se presentan organizadas en once secciones y siguiendo un cierto orden cronológico. Esta exposición, titulada Dalí. Todas las Sugestiones Poéticas y Todas las Posibilidades Plásticas, propone repensar el lugar que ocupa Salvador Dalí en la historia del arte del siglo XX, planteando que la importancia de su figura y de su legado va más allá de su papel de artífice del movimiento surrealista.

La muestra -cuyo subtítulo está extraído de su artículo San Sebastián (1927), que representó el primer manifiesto artístico de Salvador Dalí- da cuenta de cómo este artista controvertido y singular, prolífico e imaginativo, fue capaz de generar un arte perturbador que apela directamente a los espectadores. Un arte el de Dalí que, haciéndose eco de los descubrimientos científicos de su época, explora y expande los límites de la conciencia y de la experiencia sensorial y cognitiva. Dalí. Todas las Sugestiones Poéticas y todas las Posibilidades Plásticas nos presenta a Salvador Dalí como un artista omnívoro y visionario que se utilizó a sí mismo como objeto de estudio y cuyas acciones en la esfera pública, ya fueran calculadas o improvisadas, le sitúan como una figura de referencia en el ámbito de la representación contemporánea.

El núcleo de la exposición lo constituye su periodo surrealista y en él se presta especial atención a su método paranoico-crítico, que el artista catalán (Figueres, Girona, 1904-1989) concibió como un mecanismo de transformación y subversión de la realidad, posibilitando que la interpretación final de una obra dependiera totalmente de la voluntad del espectador. Fue en sus trabajos en torno al cuadro El Ángelus (1857-59), pintado por Jean-François Millet -que llegó a describir como la "obra pictórica más rica en pensamientos inconscientes que jamás ha existido"- donde este método alcanza su máxima expresión.

La muestra, que comienza con una selección de las obras que Dalí realizó en los inicios de su carrera y durante su estancia en la Residencia de Estudiantes de Madrid (incluyendo algunos de sus primeros autorretratos o los dibujos de su serie Putrefactos), también se detiene en su etapa mística y nuclear (en la que prevalece la temática religiosa y científica), así como en sus trabajos de carácter escenográfico (sus colaboraciones con cineastas como Buñuel, Hitchcock o Walt Disney, sus diseños de decorados para ballets y obras de teatro).

A su vez, examina críticamente su faceta de agitador de masas y showman mediático, le dedica un apartado específico a su libro autobiográfico La Vida Secreta de Salvador Dalí (eficaz simbiosis entre el Dalí dibujante y el Dalí literato) o muestra cómo a partir de los años 60 y hasta el final de su carrera artística, su fascinación por la ciencia y la tecnología le llevó a explorar nuevos lenguajes como la estereoscopia o la holografía.