EXPERIENCIAS DE LA MODERNIDAD

12/02/2013


 

 

La Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y la Asociación Colección Arte Contemporáneo presentan la exposición Experiencias de la Modernidad: Arte Español 1916-1956. Esta muestra es una selección de 70 obras entre las más de 200 que la Asociación posee de este periodo. Este evento, comisariado por Eugenio Carmona, Catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Málaga, es una introducción a la gran muestra que con más de 200 obras del periodo (1916-1956), propiedad de la Asociación Colección Arte Contemporáneo, se realizará posteriormente en el Museo Patio Herreriano de Valladolid, sede de la Colección desde 2002.

La relación de las artes plásticas españolas con la Modernidad ha sido fluctuante, compleja y diversa. Las aportaciones de artistas como Pablo Picasso, Joan Miró, Julio González o Salvador Dalí situaron líneas de referencia de primer orden en la experiencia internacional del Arte Moderno. Pero junto a ellos, un nutrido grupo de creadores desarrolló un intenso aliento de actividades que llegó a tejer una red de posibilidades y conexiones. Y fueron estos otros creadores los que, en sucesivos momentos de actividad, construyeron la experiencia de lo moderno en los variados espacios de la actividad artística española.

Hoy en día, al nombrar la Modernidad artística sabemos que el singular nombre encierra un contenido plural. No deberíamos hablar de "la Modernidad" sino de "las Modernidades". También sabemos que la Modernidad plural no tiene un origen único, sino varios puntos de partida y que no existe una única narrativa capaz de articular todos los relatos que son necesarios plantear en torno a la experiencia de lo moderno.

El "arte nuevo" tuvo un momento previo entre los años 1911 y 1917. Un segundo momento, de plena definición se dio entre los años 1917 y 1927. En esta década el "arte nuevo" recogió la herencia de los primeros "ismos" del siglo XX y se enfrentó con la presencia emergente -e incluso contradictoria- del llamado "retorno al orden" y del realismo moderno y el surrealismo. La etapa comprendida entre los años 1917 y 1936 fue para el "arte nuevo" un momento de plenas realizaciones e internacionalización, ofreciendo entonces la renovación plástica española sus propuestas más originales. En estos años, además, los implicados en el "arte nuevo" fundaron o renovaron por completo el sentido institucional de las artes en España.

No es posible entender la comprensión de la experiencia española de la Modernidad como el mero eco de voces parisinas, como la mera imitación de fórmulas ya dadas, o como la mera asimilación de los "ismos" europeos. Es conveniente acercarse a la renovación plástica española desde otros parámetros, que son lo que la exposición Experiencias de la Modernidad: Arte Español 1916-1956 quiere recoger.

 

 

Experiencias de la Modernidad: Arte Español 1916-1956 se articula en base a cuatro secciones que podríamos denominar "registros de sensibilidad", las cuales se superponen a las propuestas concretas realizadas por los artistas. Para denominar estos "registros de sensibilidad plástica" se utiliza el término "poéticas", que tiene que ser tomado, en este contexto, en un sentido amplio y comprensivo:

 

Poéticas de la Forma
El sentido de la "forma" hace prevalecer el interés por los rasgos específicos del lenguaje plástico sobre la atracción de los motivos. La "forma" se convierte en tema, en contenido. La primacía de la "forma" implica el interés por lo objetivo frente a lo subjetivo y el interés por lo concreto frente a lo lírico. En las poéticas de la "forma" el cubismo es, sin duda, la propuesta de referencia, extendiéndose, bajo esta comprensión, a las poéticas constructivas que comenzaron a desarrollarse en los años 30 y que fueron redefinidas en el cruce de las décadas 1940 y 1950. Obras de Rafael Barradas, Daniel Vázquez Díaz, Joaquín Torres-García, José Moreno Villa, Joan Sandalinas, Julio González, Pablo Gargallo, Eudald Serra, Luis Castellanos, Ramón Marinello, Honorio García Condoy, Virgilio Vallmajó, Eduardo Chillida y Pablo Palazuelo.

Poéticas del Signo y la Superficie
A partir de la segunda mitad de los años 20, especialmente a partir de 1927, la sensibilidad global del espacio de lo Moderno sufrió una transformación y surgieron demandas de la sensibilidad basadas en la intuición y el lirismo. En esta nueva corriente fue muy importante el concepto de "dibujar en el aire" de Julio González, pero también la llamada "figuración lírica" surgida entre creadores españoles en el entorno de la revista Cahiers d'Art. Obras de Francisco Bores, Joaquín Peinado, Hernando Viñes, Alfonso de Olivares, Josep de Togores, Joaquín Torres-García, Pancho Cossío, Joan Miró, Benjamín Palencia, Leandre Cristòfol, Julio González, Mathias Goeritz, Fermín Aguayo, Santiago Lagunas, Modest Cuixart y Enric Planasdurà.

Poéticas de lo Telúrico
En la atmósfera creada por lo surreal y desde el sentido último de las metamorfosis picassianas, el reconocimiento estético de la naturaleza a través de las premisas de lo moderno, condujo a la conciencia plástica de lo telúrico. Desde esta asimilación del "ser de la naturaleza" al "ser del arte" se proyectó buena parte de la conciencia estética del arte español del siglo XX. La "poética de lo telúrico" se situó en un registro muy importante de la obra de Picasso, Miró, Dalí y Óscar Domínguez, estuvo en la base de la denominada "Escuela de Vallecas" e insufló buena parte del surrealismo español, trasladándose luego, especialmente a través de la obra de Ángel Ferrant, a la conciencia estética de posguerra. Obras de Dalí, Miró, Óscar Domínguez, Wilfredo Lam, Ismael G. de la Serna, Benjamín Palencia, Joan Massanet, Antonio Rodríguez Luna, José Moreno Villa, Juan Manuel Díaz Caneja, Maruja Mallo, Nicolás de Lekuona, Julio González y Manuel Millares.

Poéticas de lo Real
Desde finales de los 70, la reconsideración de los realismos de entreguerras vino a modificar el sentido histórico establecido en la concepción del Arte Moderno. Los realismos modernos sirvieron en las artes plásticas españolas para expresar las transformaciones sociales e individuales de los años 20 y 30; desde cambios en la condición femenina al reconocimiento de nuevas expresiones de la intimidad o la sexualidad. Y el mito o la verdad de una "nueva vida" se convirtieron, entonces, en el "imaginario" de lo real. Obras de Joaquim Sunyer, Josep de Togores, Celso Lagar, Carlos Sáenz de Tejada, Roberto Fernández Balbuena, Ángeles Santos, Maruja Mallo, Mariano de Cossío y Julio González.

 

 

Del 12 de febrero al 10 de marzo de 2013 en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Alcalá, nº 13, Madrid)
Horarios: martes a sábado, de 10:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00 horas; domingos y festivos, de 10:00 a 14:00 horas.

 

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