DONACIÓN VÁREZ FISA AL MUSEO DEL PRADO

01/02/2013


 

 
 
La Virgen de Tobed

 

La incorporación de un conjunto de obras de arte, procedente de la colección de José Luis Várez Fisa, a los fondos del Museo Nacional del Prado de Madrid palia algunas de las carencias de una parte de su colección y contribuye a enriquecer y complementar otros estilos o autores ya representados.

La pintura italogótica y del gótico internacional es la que más se enriquece con esta aportación. Conforme a lo estipulado en el acuerdo de donación, la colección se expondrá en una sala bajo el nombre Sala Várez Fisa, en reconocimiento a la generosidad de los donantes. La sala estará ubicada dentro del nuevo emplazamiento de las colecciones de pintura española del Románico al Renacimiento, siendo encomendada su instalación por el Real Patronato a Rafael Moneo, responsable de la ampliación del Museo del Prado y patrono del mismo.

En esta misma Sala Várez Fisa se expondrán también el Retablo de San Cristóbal, donado por el patriarca de la familia José Luis Várez Fisa en el año 1970, y la tabla del pintor gótico Lluís Borrassà, San Andrés se Niega a Adorar a los Ídolos, adscripción del Estado y procedente de la misma colección.

 

 
 
Retablo de la Virgen del Maestro de Torralba

 

Entre las obras donadas destaca sobremanera el panel central del retablo del altar mayor de la Iglesia de Santa María de Tobed (Zaragoza), La Virgen de Tobed (hacia 1359-1362). Atribuida a Jaume Serra, esta témpera sobre tabla, cuyas medidas son 161,4 x 117,8 x 14 cm, une a su calidad artística su importancia histórica, al incluir como donante al futuro Enrique II, el primer rey castellano de la dinastía Trastamara, que también reinaría en la corona de Aragón desde el año 1412. Con representaciones de Enrique de Trastamara, su mujer y sus hijos, es un ejemplo relevante del estilo italogótico catalán y la obra capital de todo el conjunto.

El Retablo de la Virgen pintado al temple sobre tabla por el Maestro de Torralba, uno de los artistas del gótico internacional activos en Aragón a principios del siglo XV, tiene el valor además de encontrarse prácticamente completo y en buen estado de conservación. Mide 366 x 279,3 x 12 cm.

Las tres pinturas románicas de principios del siglo XIII, procedentes de Cataluña y Castilla, completan una parte de la colección del Museo del Prado no suficientemente representada, en particular en lo que a pintura sobre tabla se refiere: los dos frontales donados -el Frontal de Solanllong (Ripoll), del Maestro de Lluça (témpera sobre tabla, 1200-1210) y el Frontal de Arnedillo (La Rioja), de pintor castellano que muestra escenas de la infancia de Jesús (temple sobre tabla, primer tercio del siglo XIII)- son de mayor calidad que el Frontal de Guils que actualmente guarda el Museo; por su parte, la pintura mural traspasada a lienzo El Lavatorio, obra del Maestro de Sant Esteve de Andorra (1216-1220) sumará a los ejemplos castellanos de Maderuelo y San Baudelio de Berlanga de Duero una muestra del románico pirenaico, inexistente en el Museo del Prado.

 

 
 
San Ambrosio y San Agustín

 

La pintura hispanoflamenca también se fortalece con la incorporación del temple sobre tabla San Antonio Abad de Joan Reixach (1440-1450, 105 x 77,4 x 5,8 cm), que completa la representación del arte hispanoflamenco valenciano al sumarse al Tríptico con Pasajes de la Vida de Cristo de Louis Alincbrot, maestro brujense afincado en Valencia. El hispanoflamenco consolida asimismo su importancia con la tabla de Diego de la Cruz, que aporta un ejemplo tardío de uno de los pintores castellanos más relevantes.

La pintura de los inicios del renacimiento se enriquece con las dos tablas de Pedro Berruguete de los Padres de la Iglesia (San Gregorio el Grande y San Jerónimo y San Ambrosio y San Agustín, 1495-1500), unas obras procedentes del banco de un retablo (cada una mide, aproximadamente, 61 x 74 x 6,5 cm) que se suman a las que ya poseía el Museo del Prado, quedando magníficamente representada una faceta muy significativa de la obra del pintor evocadora de su estancia en Urbino, ausente hasta el momento en el Museo.

La escultura refuerza su presencia con las dos obras que se incorporan: el anónimo Retablo de San Juan Bautista, de los inicios leoneses del gótico (último cuarto del siglo XIII), es una obra en madera tallada y policromada (249,3 x 198 x 12,3 cm) que debe valorarse por su rareza y su buen estado de conservación; respecto a la Virgen Entronizada con el Niño, alabastro con restos de policromía y dorado que se atribuye a Gil de Siloe (es prácticamente idéntico al que se conserva en la Cartuja de Miraflores), es otra contribución importante al ser Siloe uno de los artífices más destacados de la escultura europea del siglo XV.

Por último, nos encontramos el óleo sobre tabla Cristo de Piedad con David y Jeremías (60,5 x 93,5 x 4,5 cm), pintado en el año 1500 por Diego de la Cruz, y el gran Artesonado en madera tallada y policromada procedente del municipio leonés de Valencia de Don Juan (hacia 1350) una pieza singular de 11 x 6 metros que cobijará al resto de las obras donadas por José Luis Várez Fisa en la sala dedicada a su colección.

 

 
 
Virgen Entronizada con el Niño

 

José Luis Várez Fisa (Barcelona, 1928) es ingeniero y empresario. Cursó estudios de Ingeniería Industrial en la Universidad Politécnica de Barcelona y posteriormente se trasladó a Navarra, donde fue nombrado consejero de la sucursal del Banco de España en Pamplona. En los años 60 fundó en Guipúzcoa Laminaciones Lesaca, una industria de derivados del acero de la que fue presidente. A partir de 1970, tras la venta de esta empresa, se afincó en Madrid centrando su actividad en la promoción de desarrollos inmobiliarios y compañías financieras.

Gran coleccionista, Várez Fisa a lo largo de su vida ha reunido un importante número de piezas pertenecientes a distintas técnicas, épocas y estilos. En 1970 y 1988 realiza sendas donaciones al Museo del Prado, de cuyo Real Patronato fue nombrado vocal en 1980 y de nuevo en 1986. Su importante labor de mecenazgo ha sido reconocida con la imposición de la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, y más recientemente con la concesión, junto a su esposa, de la Medalla de Oro de las Bellas Artes.

Con la aceptación de esta donación el Museo Nacional del Prado de Madrid amplía la selecta nómina de donantes y legatarios que a lo largo de su casi bicentenaria historia han enriquecido extraordinariamente los fondos fundacionales de la pinacoteca. El nombre de Várez Fisa se unirá así por derecho propio a los de Ramón Errazu, Pablo Bosch, Pedro Fernández Durán, Francesc Cambó y la Marquesa de Balboa.

 

 
 
San Antonio Abad

 

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