RESTAURACIÓN DE UNA OBRA DEL MUSEO NAVAL DE MADRID

21/01/2012


 

 

El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha comenzado la restauración del cuadro Revelación a San Pío V de la Victoria de la Santa Liga en Lepanto que se conserva en el Museo Naval de Madrid. Se trata de una obra de gran formato, realizada al óleo sobre cinco paños de lienzo cosidos, que ensalza al papa Pío V, promotor de la Santa Liga, la coalición cristiana encabezada por España que, gracias a su victoria en este combate naval, frenó en 1571 la expansión del Imperio otomano por el Mediterráneo occidental.

La intervención, a cargo del Instituto del Patrimonio Cultural de España, está efectuándose en el propio museo, pues el gran tamaño del cuadro desaconsejaba su traslado. Esta circunstancia permitirá que los visitantes puedan contemplar en vivo, a partir del 24 de enero, cómo avanza el trabajo de los restauradores.

Se desconoce el autor del cuadro, aunque probablemente pertenezca a la escuela hispano-flamenca de la segunda mitad del siglo XVII. No obstante, investigaciones recientes atribuyen al pintor Juan Niño de Guevara (1632-1686) la parte izquierda del lienzo, en que aparece el pontífice en el momento en que un ángel le gira la cabeza para mostrarle la batalla que se libra en aguas griegas. Detrás se ve la costa de Málaga, con algunos de sus principales edificios (el Castillo de Gibralfaro, la Catedral, etcétera). Las escuadras en combate ocupan la parte derecha, donde puede apreciarse a Juan de Austria, generalísimo de la Santa Liga en la galera real española y a Alí Pashá, general en jefe de los turcos, en la galera capital otomana.

La obra llegó al Museo Naval en 1849 a raíz de la Desamortización de Mendizábal, procedente del antiguo convento de Santo Domingo de Málaga, gracias a las gestiones del entonces ministro de la Marina, el marqués de Molins. Su deterioro deriva en gran medida de su ubicación primitiva, probablemente cercana a una fuente de calor. También contribuyó el abandono que sufrió tras la desamortización de los bienes eclesiásticos, lo que se ha traducido en desprendimientos de la capa pictórica por su falta de adhesión al soporte, pérdidas de elasticidad del tejido por la oxidación de las fibras o manchas de suciedad.

Otras alteraciones del aspecto original de la obra están relacionadas con la restauración a que fue sometida al ingresar en el Museo Naval, cuando grandes zonas se repintaron para ocultar pequeñas lagunas según el gusto decimonónico. De esa época data también el grueso barniz de almáciga, cuya oxidación ha alterado el color.

La intervención del Instituto del Patrimonio Cultural de España ha exigido previamente determinar, mediante la toma de muestras y análisis físico-químicos, el tipo de pigmentos y aglutinantes utilizados en cada momento, además de localizar la extensión de los repintes y los añadidos, para lo cual se utilizaron técnicas de fotografía ultravioleta e infrarroja. Tras examinar esta información, se han establecido los tratamientos necesarios. Los principales son la eliminación de repintes y barnices, la limpieza y fijado de la capa pictórica, la corrección de deformaciones del lienzo y el reforzamiento de las zonas debilitadas.

 

 

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