UN MUNDO CONSTRUIDO: POLONIA 1918-1939

04/02/2011


 

 

El Círculo de Bellas Artes, junto con el Muzeum Sztuki de Łódź y en colaboración con el Instituto Polaco de Cultura, el Instituto Adam Mickiewicz y la Fundación Córdoba Ciudad Cultural, presenta Un Mundo Construido: Polonia 1918-1939, exposición dedicada a los artistas más destacados de la vanguardia polaca de entreguerras. A través de cuadros, dibujos, esculturas, fotografías, fotomontajes, fotogramas, películas experimentales, carteles, libros y revistas, la muestra presenta, por vez primera en España, el constructivismo polaco como proyecto integral.

La muestra se completa con un catálogo que recoge las obras expuestas más otras representativas de la época, una selección de biografías de artistas polacos y los textos Un Mundo Construido: Algunas Pistas, de Juan Manuel Bonet y Monika Poliwka; «[…] Aquí se Construye Cantando […]» Las Artes Visuales en la Época de la Vanguardia Radical Polaca de Entreguerras, de Zenobia Karnicka; Sobre el Unismo (Fragmento de una Obra en Curso), de Serge Fauchereau; y La Nueva Fotografía y el Nuevo Cine Polacos entre los Años 1918 y 1939, de Paulina Kurc-Maj.

La Polonia que acababa de recobrar la independencia tras la Primera Guerra Mundial fue un territorio en el cual florecieron las vanguardias, formaciones artísticas creadas en el segundo y tercer decenio del siglo XX por diferentes grupos artísticos que, a pesar de las diferencias ideológicas, compartieron la idea de modernizar el arte. Estos grupos de artistas o vanguardistas radicales engloban por lo menos dos generaciones artísticas y más de una decena de personalidades destacadas. La vanguardia más articulada en Polonia fue el constructivismo.

Polonia, entre Oriente y Occidente, recibió la influencia de la vecina Unión Soviética, que combinó con los contactos con París y con Alemania, así como con la Italia futurista. Poetas de formación futurista, como Bruno Jasieński, Anatol Stern, Alexander Wat y Tadeusz Peiper, que en el Madrid de la Primera Guerra Mundial había estado en contacto con los ultraístas, estuvieron entre los primeros protagonistas de ese proceso, una de cuyas primeras plataformas fue Zwrotnica, revista dirigida por Peiper -cuyo ensayo La Ciudad-La Muchedumbre-La Máquina es considerado en términos generales como el texto fundador del constructivismo polaco- en la cual militaron también Jan Brzękowski, Jalu Kurek -artífice de la visita de Marinetti a Polonia, e impulsor de Linja, otra revista de Cracovia próxima a a.r y favorable al unismo- y Julian Przyboś.

 

 

Pronto estos poetas conectaron con una pareja de artistas que se instalarían en Łódź: el pintor Władysław Strzemiński y la escultora Katarzyna Kobro, a los que luego se sumarían Karol Hiller, Julian Lewin, Samuel Szczepacz o Stefan Wegner. En Varsovia trabajaba en una línea similar Henryk Stażewski. En Berlín, Henryk Berlewi, del que hay que destacar su publicación Mecanofactura y sus aportaciones al ámbito de la tipografía. En París, hay que mencionar las tentativas de Stanisław Grabowski, Wanda Chodasiewicz-Grabowska y Maria Nicz-Borowiakowa. Katarzyna Kobro, Strzemiński y Stażewski, trío protagonista de la vanguardia polaca que estaba en estrecho contacto con Malevich, al que hicieron exponer en Varsovia, se definían entonces como "unistas", estaban también interesados en el campo de la tipografía, y pueden ser considerados como precursores del minimalismo.

En Varsovia surgen la revista y el grupo Blok que más tarde daría paso a la revista y el grupo "Praesens", más centrada en la arquitectura funcionalista, campo en el cual destacaron Romuald Gut, Lucjan Korngold, Bohdan Lachert y Szymon Syrkus, con el que en el terreno de la escenografía colaboró Andrzej Pronaszko. En "Praesens", Strzemiński expone su teoría del unismo. Desaparecido Praesens, Strzemiński, con Brzękowski como corresponsal en París, funda el grupo a.r. de Łódź -último de las vanguardias polacas-, donde también encontramos a Przyboś, Kobro y Stażewski. Este grupo va a hacer realidad el sueño que acaricia la vanguardia polaca: la constitución de un museo de arte moderno por parte de artistas vivos. Łódź albergará tal museo, que se constituyó mediante donaciones e intercambios entre artistas polacos y la comunidad artística internacional de París. La colección constituye en la actualidad el núcleo de la sección moderna del Muzeum Sztuki de Łódź.

A principios de los años 30 comienza a notarse la inminente crisis y las fuertes tensiones sociopolíticas. Los vanguardistas polacos, tras ser acusados de “revolucionarismo ilusorio”, se ven obligados a reconocer la insuficiencia de su actividad anterior y a reaccionar a los hechos corrientes. Aparecen de nuevo en escena los surrealistas del grupo Artes de Lviv inspirados por la corriente de diseño tangible de los años 20 plasmada en los géneros del reportaje fotográfico, el cine y el fotomontaje. En el fotomontaje destacaron Mieczysław Berman, Janusz Maria Brzeski, Kazimierz Podsadecki, Miecyzław Szczuka y Teresa Żarnower. Estos dos últimos se sitúan en el extremo opuesto de la actividad artística de Kobro y Strezemiński, aunque inicialmente están relacionados con ella. Destacan también en esta época las películas experimentales de los citados Brzeski y Kurek, y de Franciszka y Stefan Themerson, y las fotografías "nueva visión" de Władysław Bednarczuk, Tadeusz Maciejko o Witold Romer.

 

Hasta el 15 de Mayo en la Sala Picasso del Círculo de Bellas Artes de Madrid
(Calle Alcalá, nº 42) Horarios: de martes a sábados, de 11:00 a 14:00 y de
17:00 a 21:00 horas; domingos y festivos, de 11:00 a 14:00 horas; lunes, cerrado.

 

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