LA TRADICIÓN EN EL ESPEJO

09/10/2010


 

 

En contra de lo que se ha venido sosteniendo durante décadas, los trajes populares son heterogéneos en cuanto a cronología y raíces culturales. Por ello, es habitual encontrar en atavíos confeccionados en épocas relativamente recientes una mezcla de elementos de diferentes orígenes, que a veces incluso tienen una antigüedad notable.

El objetivo principal de la muestra La Tradición en el Espejo. Pervivencia de Elementos Históricos en la Indumentaria Popular Española es revelar cómo el paso del tiempo ha ido imprimiendo una huella indeleble en nuestra indumentaria hasta darle la forma que hoy conocemos. Esta influencia de la historia se advierte no sólo en las prendas propiamente dichas, sino también en los accesorios que las acompañan. De ahí que esta exposición dedique un espacio a cada uno de estos conjuntos de piezas.

Con carácter general es posible afirmar que en los accesorios de la indumentaria popular española se dan cita referencias históricas muy diversas, que van desde la Prehistoria hasta el medievo o el renacimiento. Pero, sin duda, el momento de mayor influencia se sitúa en las décadas finales del siglo XVIII. En esos años no sólo estaba en su apogeo el famoso debate sobre el traje nacional español; también la producción de ornamentos se encontraba en un momento dorado. Por ello, algunos de los accesorios más característicos del traje popular español reflejaron las nuevas modas, como si de un espejo se tratara, haciéndolas suyas. Es el caso de las piezas seleccionadas, que se presentan de acuerdo con su colocación en el cuerpo femenino: peinetas, joyas, abanicos y hebillas.

 

 

Los trajes de la exposición se presentan agrupados en cuatro grandes secciones, según los elementos históricos que en ellos perviven. Cada zona está contextualizada, bien con una imagen pictórica, bien con las propias prendas históricas originales de las que están tomados los modelos que luego reproduce la indumentaria popular.

En primer lugar, se presenta el paradigmático traje femenino de Ansó, cuyo gran cuello plisado sigue las modas de finales del siglo XVI y principios del XVII. Como ejemplo del cuello histórico original puede contemplarse una copia del Retrato de Helena Fourment Vestida de Novia, cuyo original pintó Rubens hacia 1630.

La muestra continúa con trajes masculinos de chaqueta de cuello alto y calzón. El modelo original del XVIII que reflejan estos atuendos populares está representado por un auténtico traje dieciochesco de casaca y calzón.

A continuación, a través de dos chaquetillas de tipo marsellés, la exposición recala en el mundo de los majos, un fenómeno identitario que se desarrolló en la esfera burguesa desde mediados del siglo XVIII para depués pervivir mucho tiempo en el vestir tradicional. Con el fin de indicar el modelo histórico en el que se mira el marsellés popular se ha traído la hermosa acuarela Mayoral, de Antonio María Esquivel.

La exposición La Tradición en el Espejo finaliza con una selección de atuendos femeninos con elementos decimonónicos. Se trata de trajes con jubones negros y sayas con silueta del llamado "estilo polisón". Los modelos no populares están representados por un cuerpo negro y una falda urbana propios del siglo XIX.

 

 
 

 

Hasta el 5 de Diciembre en el Museo del Traje (Avenida de Juan de Herrera, nº 2, Madrid)
Horarios: de martes a sábado, de 09:30 a 19:00 horas; domingos y festivos, de 10:00 a 15:00 horas.

 

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