El pasado Jueves Santo volvió a procesionar en Cantillana (Sevilla) un Crucificado advocado de la Vera-Cruz, como hasta 1936 lo hacía uno de pasta que fue destruido en la Guerra Civil. En este caso se trata de una nueva obra del artista Luis Manuel López Hernández, realizada en un tamaño inferior a la original puesto que está concebida para ser venerada en una pequeña hornacina ubicada en la capilla de Nuestra Señora del Consuelo de la Ermita de San Bartolomé y participar en la estación de penitencia de la Hermandad del Consuelo sobre una pértiga de metal plateado con manguilla de terciopelo verde, a modo de cruz alzada.

El autor realiza una copia exacta de la efigie destruida siguiendo los únicos documentos gráficos que se conservan con bastante fidelidad. Está realizada en terracota policromada al óleo sobre cruz arbórea de cedro. Presenta un suave modelado anatómico como el original e incide en aspectos característicos de la escultura religiosa del primer renacimiento, con algunas muestras del arcaísmo tardogótico. La policromía, realizada en óleo al pulimento, se inspira en la imaginería de principios del siglo XVI, con colores claros y abundante sangre.

En esta nueva efigie se han mantenido todos los elementos estéticos e iconográficos del Crucificado primitivo (imagen inferior); de este modo, se muestra con corona de espinas y potencias montadas sobre pletina en plata de ley, así como con un sudario de gasa cruda almidonada sobrepuesto y anudado en un lateral. Aunque será expuesto al culto con este paño de pureza que tanto evoca a la imagen antigua, debajo del mismo López Hernández ha modelado un perizoma simple con grandes planos, policromado en gris con franjas ocres y verdosas como poseen otros Crucificados del tardogótico

El desaparecido Cristo de la Vera-Cruz de Cantillana, titular de una antigua cofradía que procesionaba el Jueves Santo, se veneraba en el altar mayor de la Ermita de San Bartolomé. Era la imagen de la Virgen del Consuelo la que durante la Semana Santa acompañaba diversas imágenes: al Cristo de la Humildad y Paciencia el Miércoles Santo, al Cristo de la Vera-Cruz el Jueves Santo y al Nazareno en la madrugada del Viernes Santo. Es por ello que su hermandad se ha planteado esta recuperación. Con ello dicha corporación rescata no solo parte de su historia, sino también un importante referente devocional de la historia local de Cantillana.