NUEVAS OBRAS DE FRANCISCO JAVIER LÓPEZ DEL ESPINO

Eduardo González Cano (09/06/2020)


 

 

Hay obras que son un antes y un después del COVID-19, quiere decir que se empezaron antes de la pandemia y han finalizado después con unos resultados óptimos, porque el artista ha utilizado este tiempo para reflexionar y profundizar aún más en la perfección y la técnica a la hora de finalizar sus obras.

F. Javier López del Espino nos presenta en esta ocasión dos obras que emocionan, sorprenden e incluso nos envuelven en un halo de sensaciones que vislumbra esa nueva etapa de la que hemos venido escribiendo en las últimas publicaciones relacionadas con la obra del artista.

Estas nuevas imágenes son las de San José de Arimatea y Nicodemo, que serán bendecidas el próximo 22 de Noviembre en las Islas Canarias. Se trata de dos esculturas realizadas en cedro real de tamaño natural, dónde percibimos de nuevo esa evolución experimentada por nuestro artista con el objetivo de buscar un aspecto naturalista en su obras, impregnadas de una fuerza e incidencia en el espectador que en este caso vuelve a dejarnos otra visión de estos dos personajes vinculados a la vida de Jesucristo en los momentos más terribles y definitivos de su existencia. Ellos, según los Evangelios, fueron los encargados de descender al Señor de la Cruz tras su muerte, pero en este caso aparecerán al pie de la misma.

Las extraordinarias policromías están realizadas al óleo y basadas en los grandes pintores del barroco, todo tras un proceso de estudio por parte de nuestro escultor que finaliza con una ejecución impecable en todos los detalles de los Santos Varones. Estar cerca de estas dos imágenes es una sensación impactante, porque están en continua relación con el espectador, comunican el dolor, la tragedia que acaban de vivir, la desolación, la impotencia, la soledad, la melancolía en sus miradas, pero a la misma vez, la fuerza que los rodea es digna de mención.

Siempre suelo hacer mención a las manos y lo que transmiten, pero tanto las testas como la comunicación no verbal de las manos de los Santos deja otro camino que nos permite descubrir la idea de nuestros escultor, que nos engulle en una nueva obra que no deja indiferente a nadie. El camino que se presenta ante nuestros ojos con la realización de las manos es un capítulo aparte dónde apostillar una vez más, que es más importante ser arriesgado que no intentar sobrevivir.

El arte nos regala cada día una nueva experiencia, una novedad, una ventana por la cual entre la inspiración. San José de Arimatea y Nicodemo, han sido representados en numerosas ocasiones, al igual que el paso del Descendimiento o Santo Traslado al sepulcro, algunas magistrales y únicas y eso precisamente hemos entendido aquí, que lo que quería López del Espino era hacer algo único y lo ha conseguido.

Ya aguardan para viajar a las Islas Canarias, mientras tanto, seguiremos a la espera del nuevo giro que nos pueda presentar nuestro escultor en su nueva obra.

 

Nota de La Hornacina: Eduardo González Cano es Catedrático de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Acceso a la galería fotográfica de la obra a través del icono que encabeza la noticia.

 

Volver          Principal

www.lahornacina.com