Plasmar a nuestros santos más recientes es uno de los alicientes que puede llegar a tener cualquier imaginero-escultor contemporáneo. De esta manera lo ha vuelto a demostrar el Escultor Francisco Javier López del Espino con la nueva Imagen de Santa Teresa de Calcuta que irá destinada al Real Santuario de María Santísima de Araceli, Patrona de Lucena, localidad natal de nuestro artista.

Tras casi dos años de trabajo y de un estudio meticuloso, estudiando a través de fotografías, noticias en prensa o cualquier imagen en movimiento de Santa Teresa, nos presenta una obra cargada de emoción y cercana a las formas y modos de una de las mujeres más importantes de nuestra historia contemporánea.

La obra es de bulto, elaborada en madera de cedro dónde el artista despliega su visión personal de la santa utilizando su experiencia en el exquisito tratamiento de los pliegues del hábito que nos muestra un constante movimiento de los ropajes. Con respecto al rostro, el escultor ha sido fiel a todas las características físicas de la santa, dejándonos una Imagen para culto llena de unción y en constante diálogo con sus devotos. A su misma vez, López del Espino nos ha querido mostrar también la misericordia y compasión cristiana de la santa portando en sus brazos a un niño que se recosta en su pecho y es abrazado con fuerza por sus manos envejecidas y arrugadas pero llenas de vida y amor al prójimo. Me gusta destacar siempre el particular estilo del escultor en sus tratamientos a la hora de crear este tipo de obras. Santa Teresa es real, está viva, llena de detalles y trabajada hasta el último detalle para mostrarnos los últimos años de una mujer tan importante, pero se aleja del hiperrealismo y aporta su estilo propio a la escultura.

Junto al San Juan Pablo II es la segunda obra dedicada a un santo actual que López del Espino crea para Lucena. La primera de ella recibe culto en la Iglesia de San Pedro y esta último irá a la capilla del Sagrario del santuario de la Virgen de Araceli.

Santa Teresa de Calcuta recibe ya culto diario en la Sierra de Aras, siendo uno de las pocas esculturas de esta santa que tenemos en España, de ahí todas las aportaciones escultóricas que nos hace López del Espino, quien estima que reforzará la devoción a una santa que es grande desde su inmensa humildad.

López del Espino está inmerso en numerosos proyectos de calado, de ahí que su taller es una constante de trabajo y perseverancia para aportar a nuestra ya rica imaginería todo su potencial.

Nota de La Hornacina: Eduardo González Cano es Catedrático de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. Acceso a la galería fotográfica de la obra a través del icono que encabeza la noticia.