En primer lugar les presentamos una efigie del fallecido pontífice Juan Pablo II, realizada para el nuevo templo de San Pedro Mártir del municipio cordobés de Lucena. Concebida con criterios realistas por el escultor cordobés, obedece a un encargo de la archicofradía lucentina de Nuestro Padre Jesús Nazareno.

López del Espino ha tallado dicha obra en madera de cedro real en su totalidad, tanto la cabeza y las manos, como el atuendo papal, zapatos, etcétera. La policromía ha sido aplicada al óleo. Aunque fue presentada el 19 de febrero en la iglesia de Santo Domingo de Lucena, su bendición tuvo lugar el pasado miércoles por el actual papa Francisco I en la Plaza de San Pedro del Vaticano, al término de la audiencia pública.

Respecto a la Virgen de la Alegría, ha sido labrada también en cedro real, si bien en este caso se trata de un candelero para vestir. Representa el anuncio gozoso de la Resurrección, después de haber compartido María el inmenso dolor del Hijo. Su destino es la Hermandad del Resucitado de Malagón (Ciudad Real).