POLÉMICA POR LAS RESTAURACIONES EFECTUADAS
A VARIAS OBRAS DE ANTONIO LEÓN ORTEGA

10/05/2006


 

La polémica ha surgido en el mundillo cofrade onubense tras las contundentes declaraciones efectuadas por Antonio León Ferrero, hijo del imaginero ayamontino Antonio León Ortega, el pasado martes en Canal Sur Radio.

León Ferrero, quien ejerce además de albacea de la obra paterna, protestaba en la cadena autonómica por las manipulaciones que, según su criterio, habían sufrido varias de las numerosas tallas realizadas por su padre para la Semana Santa de Huelva, al mismo tiempo que vertía duras declaraciones sobre los restauradores que se habían prestado a hacerlas y sobre los miembros de las Juntas de Gobierno que las habían encargado.

Entre las tallas mencionadas expresamente por León Ferrero se encuentra la Virgen de los Ángeles, de la Cofradía de la Borriquita, de la que dijo que, "actualmente, no se parece en nada al original" concebido por su padre. También hablo del Cristo del Amor, al que, según sus palabras, "han pintado los labios y puesto pestañas como si fuera un muñeco". En líneas generales, León Ferrero comentó que "la propiedad de una obra de arte no implica que cada uno pueda hacer con ella lo que le de la gana, porque ello constituye un delito según la Ley de la Propiedad Intelectual, que precisamente se encuentra en proceso de reforma para hacer más riguroso el tema".

Ante ello, el presidente del Consejo de Cofradías de Huelva, Modesto Fernández Jurado, ha manifestado en el mismo medio que la única imagen de León Ortega en la Semana Santa onubense que ha sido retallada es el titular cristífero de la Hermandad del Cautivo, calificando dicha intervención de "lamentable" y de haber sido promovida por un antiguo hermano mayor de la corporación. Las demás, según Fernández Jurado, sólo han sido objeto de intervenciones en encarnadura y pátinas, sin que, en ningún caso, se hayan empleado las gubias.

Desde este medio, ni se pone ni se quita rey en todo este asunto. Sin embargo, reconociendo las discutibles formas de algunas estimaciones de León Ferrero, lo cierto es que la realidad de lo dicho por el presidente del consejo es bien distinta y no hay más que hacer un sencillo ejercicio de memoria histórica para comprobarlo. De las imágenes titulares labradas por el imaginero ayamontino para las cofradías de la capital onubense, sólo el Cristo de la Victoria, el Nazareno del Calvario, el Cristo de las Penas en sus Tres Caídas, la Virgen del Amor, el Cristo de la Sangre, la Virgen del Valle, el Cristo de la Humildad, el Crucificado de la Fe, el grupo del Descendimiento y la Virgen de las Angustias conservan sin modificar sus rasgos originales. Todos ellos han recibido arreglos de limpieza y conservación sin que se haya retocado su impronta original.

El resto de obras, por el contrario, muestra alteraciones en su aspecto primitivo, fruto de sucesivos retoques y manipulaciones a lo largo de su historia. A pesar de haber manifestado recientemente que nunca ha tocado la obra de otro autor en vida del mismo, el imaginero Luis Álvarez Duarte retocó las mascarillas de la Virgen del Rosario, la Virgen de la Paz y la Virgen de la Soledad del Santo Entierro, aunque las dos primeras ya habían sido retocadas anteriormente con escasa fortuna. En el caso de la Virgen de la Resignación, Duarte renovó policromía y postizos, e hizo nuevas manos. La policromía del Cristo de la Entrada Triunfal en Jerusalén y la Virgen de los Ángeles, titulares de la Cofradía de la Borriquita, fue intervenida por el imaginero Elías Rodríguez Picón, quien también alteró la postura del Señor sobre el jumento y los labios de la efigie mariana, respectivamente. El Cristo del Amor en la Sagrada Cena, víctima de un desafortunado retoque en los 80 que echó a perder su policromía, tuvo que ser reencarnado por el cordobés Antonio Bernal Redondo, colocando por vez primera pestañas de pelo natural en los párpados superiores de la imagen. Pese a que Fernández Jurado afirma que siempre ha mediado autorización del Obispado de Huelva en todas las restauraciones efectuadas, la opinión en contra de la entidad eclesiástica en el caso anterior no fue óbice para que la Hermandad de la Cena se decidiera a llevarla a cabo. Por último, como hemos apuntado anteriormente, el Cristo Cautivo, última obra salida del taller de León Ortega, fue integramente retallado por Francisco Márquez Domínguez.

Punto y aparte supone la antigua titular de la Cofradía de la Victoria, que según León Ferrero, tras ser reemplazada por la actual de Duarte "la han retirado y se encuentra desaparecida, al menos yo no sé donde está".

 

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