NUEVA OBRA DE ALEJANDRO GRANDE Y EL ORIBE PARA LEÓN

Con información de Alejandro Grande Martínez (08/10/2023)


 

 

Ayer, con motivo de la coronación canónica de Nuestra Señora del Mercado y del Camino, La Antigua, de León, se estrenó una presea donada por un grupo de devotos a la imagen, como memoria artística de dicho acontecimiento y con la intención de engrandecer su patrimonio, siguiendo así la costumbre de otras dádivas suntuosas realizadas a lo largo de los siglos a otras grandes devociones de la Diócesis de León.

El diseño de la joya evoca la forma de un retablito inspirado en la orfebrería renacentista, a modo de las medallas romboidales tan comunes entre la nobleza europea del siglo XVII, muchas de las cuales acabaron en los joyeros marianos dadas como exvotos por gracias concedidas.

Aglutina de manera simbólica los atributos marianos, su condición real y la heráldica leonesa en un transparente en el que un jarrón central de azucenas abraza los elementos dispuestos a su alrededor: corona, daga del dolor, cruz de la aparición y león pasante, junto a volutas y otros elementos vegetales.

El eje decorativo y simbólico se traslada a los hitos de piedra tallada que flanquean la fachada del templo parroquial de Nuestra Señora del Mercado, en los que se representan sendos leones tenantes que despliegan en pergaminos un jarrón de azucenas timbrado con corona. Si bien, otrora pertenecieron al pretil que rodeaba la Catedral de Santa María de Regla, tras su traslado al templo parroquial han configurado la estética circundante del mismo. Con ello se hace una doble referencia, una por pertenencia compartida y otra por localización, ya que dicha catedral es el lugar donde la ceremonia de coronación canónica se llevó ayer a término.

De dichos elementos se toma el jarrón de doble asa y panza nervada, que actúa como centro dinámico de la joya. De la boca superior surgen tres tallos que distribuyen a la parte superior y laterales tres grandes azucenas, flor de pureza, y 18 hojas; en un juego entrelazado que van conformando un contorno de "losange".

El florero descansa sobre una peana de moldura, y esta a su vez sobre el lomo de un león pasante, de derecha a izquierda, que sujeta con la pata delantera una bola. Además de tomar el cariz heráldico con la propia ciudad, este elemento quiere reflejar la relación de la Casa Real con Nuestra Señora del Mercado por la visita que Isabel II hizo a la imagen en 1858, recibiendo por ello donaciones de joyas y un manto bordado. Un detalle simbólico que se puede constatar en la fachada del Consistorio Viejo de la Plaza Mayor de León (trazado por Francisco de la Lastra entre 1674 y 1677), en cuyo frontón central se representan en relieve una pareja de estos animales. Lugar destacado, también, el de la Plaza Mayor durante la procesión de cada Viernes de Dolores con la imagen de la Virgen del Mercado.

Del citado manto isabelino se han tomado elementos geométricos de curvas o vueltas, y otros florales, que se dibujan en torno a los objetos anteriores actuando de asientos, contornos y límites, reforzando el aspecto de celosía o transparente que la joya tiene en su conjunto.

 

 

Uniendo todo ello, y como ejes verticales, se deslizan, a la derecha, la cruz de la aparición de la Plaza del Grano, origen de la antigua devoción mariana en el lugar desde el año 560; y a la izquierda, la daga del dolor, referenciando la iconografía dolorosa de la talla. A su término, en la región inferior, y dando paso a una abertura floral simétrica, se disponen tres pinjantes de perlas al aire.

Se consuma la joya con la corona real, tomada de los leones tenantes iniciales. Descansa sobre otra abertura floral simétrica, siendo de cerco de oro enriquecido de piedras, con cinco florones de apio intercalado de cuatro puntas, tres imperiales o diademas guarecidos de perlas, y rematando en orbe más cruz.

La trasera, igualmente trabajada, mantiene el dibujo fundamental del diseño en simetría respecto al haz de la obra, y añade en su centro un pequeño marco circular que contiene, bajo cristal, un pergamino con caligrafía manual a tinta negra y roja con el lema: LEÓN A N. S. DEL MERCADO CORONACIÓN CANÓNICA 7 - X - 2023.

La presea mantiene una organización simétrica muy clara, dando como centro la representación simbólica de la pureza de María y articulando en torno a ella un relato metafórico sobre la historia de la devoción a Nuestra Señora del Mercado. En su estética pretende ser equilibrada, elegante, y referenciada a las producciones neoclásicas, añadiendo la riqueza y pureza de los materiales empleados como un valor artístico más.

Su ejecución ha seguido una realización en plata de ley sobredorada, trazada, burilada y segueteada, superponiendo sobre un fondo general hasta cinco niveles de piezas, generando entre los mismos espacios o galerías. Cuenta con el jarrón y el león delanteros realizados por modelado en talla directa y fundido en plata; también sobredorados. Se suman tres perlas entorchadas en la parte inferior como colgantes y otra menor en la cima. El conjunto se completa con un lazo bordado en oro a realce con diversos puntos combinado con hojilla, con dibujo de tres lazadas y con cuatro colas o terminaciones que descansan en ojales a los extremos exteriores, interiores y centro de la joya.

Para la conservación y guarda de la que ya se conoce como joya de los devotos para Nuestra Señora del Mercado y del Camino, la Antigua (León), con motivo de su coronación canónica diocesana, se ha elaborado un estuche en madera de abertura, tipo libro, con asiento mullido de piel sintética.

La joya ha contado en su ejecución con diseño, dibujo original y coordinación de Alejandro Grade Martínez, labor de joyería por Isabel Núñez y Luis Prieto Sánchez (elOribe Joyas), trabajo de bordado por los Hermanos Labanda Urbano y caligrafía manual de Antonio Suárez Gordón (El Escribano).

Como hemos apuntado antes, esta iniciativa ha sido sufragada íntegramente con los donativos y el trabajo de devotos particulares, familias e instituciones, que, desinteresadamente, han contribuido al buen fin de este proyecto.

 

 

 

Entre los proyectos de elOribe se encuentra la ejecución de un rostrillo para la Virgen de Gracia, patrona de Carmona (Sevilla), con motivo del 75 aniversario de la fundación de su hermandad. En este caso, el diseño corre a cargo de Manuel Ballesteros Rodríguez. La pieza, cuyos perfiles se adaptan perfectamente a la imagen, está siendo ejecutada en plata de ley chapada en oro y cristal, e incluye también un corbatín, elemento propio de los rostrillos marianos. Se inspira en un rico terno de la Virgen de Gracia, llamado "de las perlas", un magnífico conjunto del siglo XVII bordado en oro y aljófar con joyas sobrepuestas, que imprime a la talla su imagen más icónica. La principal característica del nuevo rostrillo, y probablemente la mayor aportación del proyecto, es su ejecución parcial en cristal. Se trata de un conjunto de pequeñas hojas de cristal grabado, enmarcadas en plata dorada, que, enriquecidas con pedrería fina, esmaltes y perlas, van a dar como resultado una excepcional joya a la altura de esta gran devoción y de su ajuar.
 
 

 

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