La última obra entregada por el reconocido escultor e imaginero es una Mater Dolorosa con la advocación de Virgen del Alba, realizada para la Muy Antigua Hermandad de las Cuarenta Horas y Resurrección Gloriosa de Nuestro Señor Jesucristo del municipio conquense de Tarancón.

Se trata de una efigie tallada en madera de cedro policromada al óleo para vestir, de 150 cm de altura, con ojos de cristal artesanales insertos en su mascarilla. Las espléndidas telas han sido confeccionadas por los talleres de Álvaro Abril, que además se encargó de ataviarla para su bendición el pasado 3 de octubre.

Respecto a su iconografía, y aunque los evangelios no hablan de una aparición de Jesús a su madre después de la resurrección, esta imagen de Juan Bautista Jiménez representa el momento en el que la Virgen confirma la realización de las promesas divinas, manifestadas en la obra de salvación del hijo, de ahí su semblante de emoción, extendiendo un ramillete de flores en señal de ofrenda.

La Virgen del Alba toma como referencias pinturas marianas de Bouguereau, como "Piedad" o "Virgen de la Consolación", las dolorosas del imaginero Luis Álvarez Duarte, y modelos representativos del actual canon de belleza femenino, haciendo énfasis en la definición de pómulos, mentón y los labios carnosos.

El acto de presentación y bendición de la nueva titular de la Resurrección de Tarancón corrió a cargo del obispo de Cuenca, José María Yanguas Sanz, y tuvo lugar en el presbiterio del templo parroquial de la Asunción, el mismo escenario donde el pasado año se bendijo el "Cristo de Burgos" para la Hermandad de la Exaltación de la Cruz, otra obra de Juan Bautista que fue presentada en La Hornacina el 11 de abril de 2019.