Obra que, una vez digitalizada y ya en poder del escultor, se encuentra totalmente a la venta y a disposición del público. Constituye una versión labrada por Juan Bautista Jiménez Rosa con destino a una muestra de Málaga, en terracota alcanzando los 100 cm de altura, de una representación de Jesús despojado de sus vestiduras a escala real que el imaginero se encuentra realizando en madera de cedro para el extranjero.

El interesante estudio proporcional y anatómico de esta pieza pasionista supone un pequeño acercamiento a la imaginería tradicional, tomando como referencia el autor la escuela clásica de escultura sacra, eligiendo modelos aleatorios de José de Arce, Luisa Roldán y Francisco Antonio Ruiz Gijón, si bien también se ve influenciado por contemporáneos como Francisco Romero Zafra o José Antonio Navarro Arteaga.

El varón, joven y apolíneo, aparece como una figura majestuosa en tan dramático trance, revestido de solemnidad y grandeza divina pese a los tormentos. Ha sido policromado al óleo con acabados al pulimento. Incorpora postizos como ojos de cristal artesanales, gotas vítreas de sangre y pestañas superiores de pelo natural. Lleva también adjunto un sudario de lienzo encolado, policromado en azul zafiro.

La imagen se exhibía en la cafetería malagueña Puerta Oscura, en la muestra antes referida Nuevos creadores de la escultura sacra, si bien salvo dos de los cinco artistas participantes -Ángel Sarmiento y Francisco Selfa, cuya obra fue presentada en primicia en La Hornacina en 2019 por Manolo Gómez-, los demás -Juan Bautista Jiménez, Abraham Ceada y sobre todo López del Espino- poseen años de reconocida trayectoria.