Se trata de una escultura de San José en madera policromada (mide sin peana 120 x 54 x 64 cm, 134 cm de altura con peana), acabada al óleo en carnaciones y ricamente decorada en sus vestiduras con esgrafiados con temple al huevo sobre pan de oro de decoraciones vegetales y florales. El investigador botánico en obras de arte Eduardo Barba Gómez, ha podido identificar, entre otras, lo que podrían ser flores de tulipán, racimos de cerezas y hojas de acanto mezcladas con otras hojas compuestas de varios foliolos, aunque en su mayoría son recreaciones artísticas con poca realidad botánica y mucha imaginación del policromador.

La escultura, venerada en la Parroquia de la Magdalena (Jaén), originalmente llevaba un Niño Jesús en sus brazos, hoy desaparecido. Hasta la fecha, se ha atribuido erróneamente al círculo de José de Risueño. Aunque sigue el estilo de su época no se corresponde con Risueño ni formal ni estilísticamente. Según Francisco Jesús Flores Matute, Historiador del Arte de la Universidad de Málaga (UMA) e investigador de la escultura malagueña, la obra sigue tipología y rasgos del escultor malagueño José de Medina (hacia 1775-1783), posiblemente de la última década de su vida, con intervención de su taller o de algún seguidor muy cercano a su estilo, con lo que su atribución podría quedar así más ajustada.

Respecto a su estado de conservación, lo más destacable era la presencia de una gruesa capa de suciedad superficial endurecida y barnices altamente oxidados añadidos en una intervención anterior, que ocultaban y enmascaraban la verdadera tonalidad de los acabados polícromos, apareciendo como tonos pardos, junto con grandes repintes que ocultaban casi todos los deterioros y decoraciones de flores, con adición de masillas que ocultaban y disimulaban considerables grietas de separación de piezas que conforman el embón a partir del cual se talló en su día la escultura. A pesar de dicha intervención la obra seguía presentando graves pérdidas de policromía, grietas y alguna pérdida ocasional de soporte, sobre todo en algunos bordes del manto, la túnica y el dedo meñique de la mano izquierda. Una gran separación de la mascarilla indica la intervención igualmente en esta zona, posiblemente para reforzar la posición de los ojos de cristal añadiendo en su día una masilla semisintética.

La intervención de Carmen Bermúdez Sánchez, restauradora de obras de arte y profesora del Grado en Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Universidad de Granada (UGR), se ha llevado a cabo entre los meses de enero a agosto de 2023. Los tratamientos llevados a cabo pueden resumirse en: limpieza y eliminación de barnices oxidados; eliminación de repintes y masillas no originales; consolidación de los estratos polícromos; consolidación y refuerzo de separaciones de piezas; reintegración matérica de las faltas de soporte; reintegración matérica de las faltas de preparación; reintegración cromática y aplicación de una capa de protección.