RESTAURACIÓN DE UN CRUCIFICADO DEL SIGLO XVII INSPIRADO EN UNA TALLA MEDIEVAL

09/09/2022


 

 
 
Estado final

 

La presente escultura es una reproducción barroca muy interesante del Cristo de los Cuatro Clavos, un crucificado de época bajomedieval que procede de la Iglesia de San Pedro y que hoy se encuentra presidiendo la capilla mayor de la Iglesia de Santa María de los Reales Alcázares en Úbeda (Jaén).

Para el historiador José Joaquín Quesada Quesada, la presente pieza carmelita puede ser datada en el siglo XVII, ya que por aquella época el crucificado medieval experimentó una notable devoción que pudo propiciar este tipo de encargos destinados a la devoción particular. Fue donada por doña Ana Aranda en 1957 y emplazada en el ático del retablo del Oratorio de San Juan de la Cruz.

La pieza, anónima, se encuentra ejecutada en madera tallada y policromada (113,5 x 82 cm). A nivel de soporte se compone del bloque principal del torso al que se añaden a contraveta las piezas de los brazos. La policromía se encuentra ejecutada al óleo, con decoraciones doradas en la cruz y en la hornacina.

En septiembre del pasado año 2021 la Fundación Caja Rural de Jaén firmó un convenio con la Comunidad Carmelita de los Padres Descalzos de Úbeda para la restauración de dos crucificados. En marzo se presentó el primero y a finales de agosto en el Espacio "La Rural" la pieza que nos ocupa.

Dentro del Área cultural de dicha Fundación se encuentra el apartado de recuperación de bienes culturales. Desde este programa se pretende dar a conocer la provincia de Jaén a través de visitas a diferentes localidades, pero también mediante la rehabilitación de obras de arte como forma de mantener, poner en valor y dar a conocer el patrimonio jiennense, precisamente a través del patrocinio de dichas restauraciones.

 

     
     
Detalle del proceso de intervención
     
     
 
     
     
Busto. Estado inicial
 
Busto. Estado final

 

Recientemente y debido a su alarmante estado de conservación, se ha trasladado a la casa-museo dedicado al místico carmelita en Úbeda para proceder a su restauración e incorporarlo a la exposición permanente de dicho centro. Los brazos estaban completamente separados y se aseguraban solo con las espigas, al igual que las piezas de la cruz. Todo el torso mostraba diferentes fendas como consecuencia de la falta de ahuecado.

La policromía era la original y se encontraba oculta parcialmente por repintes que han aportado un aspecto más sangriento a la imagen y una decoración de líneas en el caso del sudario. Algunos de estos repintes destacaban por su desajuste cromático con respecto al resto de la policromía. Destacaba el levantamiento generalizado de la policromía que ha dado lugar a un gran número de pérdidas de preparación y película pictórica.

La restauración ha sido llevada a cabo por Antonio Custodio López. En primer lugar se realizó una limpieza superficial del polvo con brocha y aspirador. Fue necesaria la fijación completa de toda la policromía mediante la aplicación de cola animal, utilizando un empapelado intermedio tipo japonés. Asegurado este estrato, se evaluó la posibilidad de eliminar los diferentes repintes que presentaba; siendo tan solo posible la eliminación de barnices y de determinados repintes alterados que restaban unidad al conjunto.

La consolidación del soporte contempló el reencolado de las piezas de los brazos y la cruz, y el sellado de grietas con láminas de madera y APV. Los últimos tratamientos se centraron en nivelar las pérdidas de policromía con estuco y su posterior reintegración cromática. Todo el conjunto fue protegido con barniz de retoque.

 

 
 
Estado inicial

 

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